Las balas perdidas, ley de la industria eléctrica

A principios de febrero, el Ejecutivo Federal presentó al Congreso de la Unión una iniciativa preferente (INP) que contempla reformas a la Ley de la Industria Eléctrica (LIE) con la finalidad de fortalecer la participación de mercado de la Comisión Federal de Electricidad (CFE); sin embargo, los cambios propuestos debilitan el objetivo principal de la reforma plasmada en la LIE.

José Antonio Aguilar*José Antonio Aguilar*

Para la Secretaria de Energía (SENER), estas reformas se justifican para “el beneficio del Interés Nacional, cuyo carácter estratégico en la confiabilidad del sistema eléctrico es indispensable para sostener el compromiso de largo plazo con el pueblo de México consistente en no incrementar las tarifas de electricidad, así como garantizar la seguridad energética como pieza estratégica del concepto superior de la seguridad nacional”.

La LIE contiene el marco legal del mercado eléctrico mayorista (MEM) y asigna responsabilidades y obligaciones a los diferentes participantes del mercado, entre ellos la CFE, la Comisión Reguladora de Energía (CRE), el Centro Nacional del Control de Energía (CENACE) y el sector privado en sus distintas formas de participación: generador, suministrador, usuario calificado, etc.

De igual forma, la LIE da creación a los Certificados de Energías Limpias (CELs) y obliga su compra a todos los usuarios del sistema eléctrico. Los CELs constituyen un instrumento para acreditar el cumplimiento de las metas de generación de energías limpias del país. Entre los cambios contenidos en la INP destacan: 1. Asignación directa de plantas de CFE generación al Suministrador de Servicios Básicos, eliminando la obligatoriedad de las subastas de largo plazo que se requerían para obtener la energía (artículo 53 de la LIE). 2. Modificar el orden de mérito del mercado (despacho de energía de las centrales eléctricas), en función del siguiente orden: energía generada por hidroeléctricas; energía generada en otras plantas de CFE (nuclear, geotérmicas, ciclos combinados y termoeléctricas); energía eólica o solar de particulares; y ciclos combinados de empresas privadas. 3. Los CELs serán otorgados sin depender de la propiedad o la fecha de inicio de las operaciones comerciales de las centrales eléctricas (artículo 126 de la LIE). 4. La CRE podría revocar permisos de autoabastecimiento y sus modificaciones. 5. Los contratos de productores independientes de energía (PIE) podrían ser revisados “a fin de garantizar el cumplimiento del requisito de rentabilidad para el Gobierno Federal”.

Impacto de los cambios propuestos
Los cambios propuestos debilitan el objetivo principal de la reforma eléctrica plasmada en la LIE que es fomentar el desarrollo de infraestructura para la generación, transmisión y distribución de energía en un entorno de competencia que nos lleve a tener tarifas eléctricas competitivas (vis a vis otros mercados) y respetando el medio ambiente. En primer lugar, al eliminar la obligación de la CFE de contratar energía adicional a través de subastas de electricidad se está actuando en detrimento de la competencia, además de que aumentarían los costos a los cuales la CFE adquiere energía en el MEM. Lo anterior impactará directamente en las tarifas de usuarios finales, a excepción de que se otorgue un mayor subsidio a las mismas. Es decir, este cambio nos va a costar a todos porque serán nuestros impuestos los que paguen por esta decisión. En segundo lugar, porque cambiar el orden de despacho de electricidad para favorecer directamente a las centrales de CFE afecta directamente a los generadores privados, sobre todo, cuando se considera que la CFE es un parti cipante más del MEM. El cambio deja a los privados en los últimos lugares de despacho a pesar de tener precios más bajos y competitivos de energía. Claramente esto operará en detrimento de la inversión en el sector.

En tercer lugar, debido a que representa un paso atrás en materia ambiental. Las plantas de generación más contaminantes de México son propiedad de CFE. Al obligar al operador del sistema a despachar las plantas de CFE antes que cualquier otro generador se estará ocupando más tiempo con plantas ineficientes y contaminantes en un día cualquiera.

Finalmente, la revocación de permisos de autoabastecimiento y la revisión de los contratos de producción independiente de energía atentan contra derechos otorgados en la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica, que se encuentran protegidos en los transitorios de la Ley de la Industria Eléctrica. Es, además, un atentado contra el marco legal de varios tratados a los que México se adhiere, incluyendo el T-MEC.

Un enfoque equivocado
Después de revisar los cambios propuestos a la LIE debemos pensar a quienes están afectando y a quienes beneficiando. Afecta a los participantes del mercado, de forma directa al medio ambiente, a la imagen de México en el mundo y al atractivo de invertir en el país. Afecta económicamente a los ciudadanos más necesitados al aumentar tarifas; también a la creación de empleos y a la salud. De hecho, prácticamente toda la sociedad en su conjunto se vería afectada de alguna manera con estos cambios.

Por el contrario, estos cambios son para beneficiar a la CFE, empresa líder indiscutible en generación, que tiene por ley asegurada la venta exclusiva de electricidad a más del 95% de los usuarios del sistema eléctrico, es propietaria del sistema de transmisión y distribución nacional y tiene las redes de telecomunicaciones más amplias después de Telmex y, además, es líder indiscutible del mercado del gas natural del país. Después de leer lo anterior más de uno se podría preguntar si en realidad la CFE necesita cambios a la LIE para sobrevivir.

Mas bien todo parece indicar que la SENER está errando al privilegiar a la CFE en sus acciones y que está empleando los incentivos equivocados para dar cumplimiento a las metas de la Administración en materia eléctrica relativas al no incremento en tarifas y garantizar la seguridad energética.

Primero, con relación al no aumento de tarifas, la LIE vigente (sin los cambios propuestos) promueve la competencia entre generadores a través del MEM. Con un número mayor de participantes de mercado, como se observa al ver la extensa lista de ganadores de las subastas eléctricas, se amplía la capacidad de generación del sistema y se reducen los costos de generación. Esto finalmente se traduce no solo en el no incremento de las tarifas eléctricas, sino en su eventual reducción.

Segundo, con relación al tema de la seguridad energética que la SENER ha buscado equiparar con la capacidad del sistema de transmisión de “transportar” la electricidad a todo el país de forma segura y sin contratiempo, los cambios propuestos a la LIE no implican su fortalecimiento o crecimiento. Se podría concluir que los cambios propuestos no van enfocados al cumplimiento de las metas propuestas por la SENER: no ayudan a mantener tarifas fijas y tampoco a garantizar la seguridad energética. Al contrario, las modificaciones a la LIE son balas pérdidas que, de no corregirse, pueden herir de gravedad, justamente, a aquellos que podrían contribuir a lograr los objetivos esperados de la presente administración, además, es claro que estos cambios no ayudan a que CFE deje de perder dinero. La CFE no es una empresa que deba temer a la competencia. Al contrario, tiene todo para ser la líder de México en materia de electricidad en un mercado abierto y de libre competencia.

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