En Bolivia, la industria ha sido uno de los sectores más golpeador por la pandemia que provocó el Covid-19. A septiembre de 2020, el sector experimentó un descenso del Producto Interno Bruto industrial del -11,9% cuando en 2019 se llegó a un crecimiento del 3,19%. Como consecuencia de ello, hubo un impacto en los empleos, la Cámara Nacional de Industrias (CNI) estima que alrededor de 70.000 personas del sector fueron afectadas por ajustes laborales, reducción de tiempo de trabajo o despidos.
Al cumplir 90 años de vida institucional, el presidente de la CNI, Ibo Blazicevic, hace un repaso de los problemas, pero también plantea nuevos escenarios.
_¿Por qué Bolivia no alcanza los índices de productividad industrial que se reflejan en países vecinos como Argentina o Brasil?
La economía boliviana y sus instituciones, desde su fundación, tienen orientación primaria exportadora, razón por la cual no se enfatizó en el desarrollo del sector secundario (industria). Ésta es la razón histórica, estructural y básica de por qué Bolivia no alcanza altos índices de productividad.
Países como Argentina y Brasil desde el siglo pasado impulsaron al sector industrial con políticas e instituciones de desarrollo industrial manufacturero y con infraestructura productiva. Por ejemplo, Brasil y Argentina implementaron la política de sustitución de importaciones, por lo cual su productividad industrial es mayor a la nuestra.
_¿Por qué no hay una lucha decidida del Gobierno contra el contrabando de alimentos? ¿Es posible que se quiera evitar una inflación?
Existe lucha contra el contrabando; sin embargo, es insuficiente. El contrabando creció año tras año y actualmente supera los $us 2.300 millones por año.
_¿Qué políticas han planteado desde la industria para frenar el contrabando?
Se plantearon medidas concretas, entre ellas modificar la Ley 1053 sobre Fortalecimiento de Lucha al Contrabando que establece privación de libertad cuando el valor del tributo omitido es mayor a 200.000 UFVs (Bs 472.000) y si es menor a este valor corresponde una multa del 50% del valor de la mercadería. La modificación es reducir el valor de 200.000 UFVs a 50.000 UFVs (Bs 118.000).
Además, intensificar la lucha contra el contrabando mediante acciones de interdicción con las Fuerzas Armadas y el viceministerio del área no sólo en la frontera de Chile, sino también en la frontera con Brasil y Argentina.
Implementar un código de barras, Código QR, hologramas en los productos importados a Bolivia en lugar de los timbres actuales que son de fácil falsificación.
_Los productores han sugerido que también alcaldías y gobernaciones apoyen el control de mercadería ilegal…
Sí, debe haber control y decomiso del contrabando por parte de autoridades públicas nacionales y subnacionales (gobernaciones y municipios) en mercados internos (ferias, calles, mercados populares, etc.).
Además, es importante transparentar mensualmente la base de datos de la Aduana sobre importaciones de mercadería por empresas y productos para evitar el contrabando técnico mediante subvaluación de productos y emitir norma al respecto._La falta de una política de incentivo a la industria obedece a que el Gobierno responde más a los pedidos de la micro y pequeña empresa?
La orientación de la política industrial del Gobierno es de fortalecimiento de las industrias públicas. Existen alrededor de 50 empresas públicas industriales. Esta orientación es parte del modelo económico social comunitario productivo desde 2016. Asimismo, la actual política de sustitución de importaciones con créditos del Banco de Desarrollo Productivo (BDP) y Banco Unión a tasas de 0,5% anual se orientan con énfasis a pequeñas y microempresas industriales.
Sin embargo, la CNI ha presentado su propuesta de Política y Desarrollo Industrial 2020 -2030, donde plantea un conjunto de 27 políticas públicas para realizar un salto cuantitativo y cualitativo del actual 16% de industrialización hacia el 25% en 2030.
_¿Y cómo se puede lograr ese salto cuantitativo del sector industrial par que pueda aportar un 25% al PIB?
La propuesta plantea la reposición del Ministerio de Industria para impulsar el desarrollo de la industria manufacturera.
Además, sugiere que en los próximos 10 años, la política industrial debe fortalecer el posicionamiento de la manufactura tradicional y, a la vez, crear las bases para dar un salto tecnológico impulsando sectores industriales de vanguardia y consolidando el rol territorial de los complejos productivos como portadores de transformación y desarrollo.
_¿Cuál ha sido el impacto de la pandemia en el sector industrial?
Debido a los efectos de la pandemia de Covid-19 en 2020 (a septiembre) se experimentó una recesión del PIB industrial del -11,9% cuando en 2019 se llegó a crecer un 3,19%, una reducción de 15 puntos porcentuales. La mayor crisis económica industrial de los últimos 40 años.
_¿Y no experimentaron una mejora con la flexibilización de la cuarentena rígida?
Durante los primeros 60 días de la cuarentena rígida en 2020, sólo el 20% del sector industrial realizó actividades económicas y en la cuarentena flexible la demanda de productos industriales fue mínima, en consecuencia, cayeron abruptamente las ventas; sin embargo, los gastos tributarios, salariales (aguinaldo), crediticios y a la seguridad social continúan inalterables. Debido al Covid-19 las industrias pasaron de generar utilidades a reportar pérdidas con la consiguiente caída de la liquidez y la pérdida de capital de operaciones.
_¿Cómo afrontaron el pago de salarios con bajos ingresos?
El costo laboral (sueldos y salarios) por dos meses de cuarentena rígida e inactividad industrial en el 80% de las industrias representó $us 105 millones. Las ventas no realizadas en el sector industrial por los 60 días de cuarentena rígida alcanzaron a $us 524 millones.
Entonces, las pérdidas del sector industrial a septiembre de 2020 llegaron a $us 51 millones. Las industrias, en el contexto del Covid-19, no generan utilidades, si no pérdidas. En 2020, cerró una industria por día.