La recuperación de la venta de gas que se experimentó en marzo se ha frenado en abril, donde prácticamente se ha calcado el resultado del mes anterior, según los datos de comercio exterior del Instituto Nacional de Estadística (INE). En montos económicos, en abril se han facturado 176,5 millones de dólares frente a los 176,7 millones de dólares que se facturaron en marzo. Es así que el optimismo inicial de recuperación quedó detenido en el arranque del segundo trimestre.
El dato sí es mejor que el de 2020, puesto que abril fue el mes en el que ya había estallado la pandemia en el continente, lo que afectó a todos los ámbitos de la vida y se redujeron las nominaciones dejando el total vendido en 116 millones de dólares, siendo el peor mes del año. Sin embargo, está lejos de los 240 millones de dólares que se comercializaron en 2018 o los 509 de 2014, en los años del boom de precios a nivel internacional.
En conjunto, la actividad petrolera sigue siendo la más maltrecha de 2021 y la única que registra un desempeño peor al de 2020, cuando la pandemia acabó afectando a todos los sectores. Así, el sector primario de agricultura exportó 106 millones de dólares por 98 que se exportaron en 2020; el de la minería exportó 853 millones por 450 que se exportaron en el mismo periodo del año pasado y de industria manufacturera se han exportado 1.425 millones por 974 que se comercializaron en 2020. Sin embargo, en lo que se refiere a la exportación de hidrocarburos, Bolivia exportó en los cuatro primeros meses de 2020 758 millones de dólares y en el mismo periodo de este 2021, 677.
La balanza desde Tarija
De los 677 millones de dólares de gas natural exportados por Bolivia en los primeros cuatro meses del año, los campos tarijeños han aportado con 379 millones de dólares, es decir, aproximadamente el 55 por ciento del total que se comercializa en el país, lo que es menos que lo que se comercializaba hace unos años, cuando Tarija aportaba con casi el 70 por ciento de los hidrocarburos del país.
Además, el Instituto Nacional de Estadística detalla que Tarija ha exportado otros 8,8 millones de dólares de GLP, que se acerca a la cantidad total de GLP que se vendió durante todo el año 2020, que fue de 11,8 millones de dólares por determinación política. El record de rendimiento de la planta se obtuvo en 2017 con 31,6 millones de dólares. En la cuenta de Tarija también se contempla la exportación de isopentano por un millón de dólares y de otros productos por 400.000.
Según los cálculos, Tarija podría obtener hasta 40 millones de regalías en los 4 primeros meses del año, aunque al 11% hay que descontarle algunos conceptos de transporte que rebajan los ingresos.
Una caída indeterminada
Por el momento, los precios se han recuperado en todos los mercados y los expertos estiman que el barril de petróleo de referencia para Sudamérica esté entre los 60 y 65 dólares todo el año. En cualquier caso, los ingresos actuales corresponden a los volúmenes pactados a la baja tanto con Argentina como con Brasil en los últimos dos años, siendo ese el motivo por el que caen los ingresos por ese concepto respecto al mismo periodo de 2020, aunque la demanda sigue siendo similar. Los expertos confían en que en los próximos meses la situación cambiará y también se registrarán saldos positivos y mejores números que en 2020.
Calculan unos 40 millones de regalías
Aproximadamente, YPFB debe depositar unos 40 millones de dólares de regalías en las cuentas de la Gobernación y el Gobierno Regional del Gran Chaco, que percibe de manera directa el 45 por ciento del total. La Gobernación de Tarija tiene estimado percibir unos 600 millones de bolivianos en el presupuesto y ya ha pedido a las autoridades del Ministerio de Economía fórmulas para aplazar el pago de las diferentes deudas contraídas en el FNDR.