El Decreto Supremo 4477 de Generación Distribuida, que promueve la obtención de energía eléctrica con fuentes renovables en domicilios, empresas e industrias, debe ser revisado porque su aplicación es burocrática y tiene una compensación baja, opinan especialistas consultados por este medio.
El decreto fue aprobado en marzo de este año y está destinado a normar las condiciones para la incorporación de la generación distribuida en los sistemas de entrega de energía eléctrica del territorio nacional; así como para la retribución por la energía eléctrica inyectada a la red de distribución local.
El director de la empresa Energética, Miguel Fernández, indicó que la norma es una buena medida para facilitar que la gente genere su propia energía; sin embargo, considera que la norma es muy burocrática, lo que puede desanimar a la población que, además, debe invertir más de mil dólares para instalar paneles solares y generar energía.
“El interesado debe tener un generador, registrarlo, presentar un pequeño proyecto, la distribuidora debe verificar la instalación. Además, todo esto debe tener un costo. En la medida que se vuelva muy complejo, la gente puede dejar de prestar el interés”, dijo Fernández.
El administrador de la empresa InnovaSol, Stefan Rothschuh, indicó que hay varios aspectos de la norma que se deben mejorar: “Se complican más de lo debido, hay mucho papeleo y burocracia”.
Además, señalan que no queda claro quién absorbe el costo del cambio de medidores bidireccionales, que se usa con este tipo de sistema.
Fernández indicó que otro aspecto negativo de la norma es que pone un límite de 500 kilovatios hora (kWh) por mes para entregar incentivos. “Si uno consume más, no entra en la categoría de incentivos, que nos devuelve la energía que entregamos a la red al mismo valor que nos cobra la distribuidora. Esto puede hacer que los consumidores relativamente grandes no se conecten”, explicó.
En cambio, la compensación para la inyección que realicen las industrias y comercios al distribuidor local será más baja de lo que recibirá la categoría domiciliaria.
El gerente de la empresa Energy, Rudy Rivera, indicó que, a pesar de las bajas retribuciones, para las industrias generar su propia energía siempre representará un ahorro. “Los proyectos fotovoltaicos generan costos más bajos que consumir energía de la red. Siempre que se disminuya el consumo, es un ahorro; la tarifa por retribución es un plus”, dijo.
Añadió que antes del decreto evitaban generar excedentes, pero ahora pueden inyectar a la red.
El sistema bajará el monto del consumo
Según los cálculos del director de la empresa Energética, Miguel Fernández, instalar un sistema de generación de energía con paneles solares para un domicilio, que tiene una factura de consumo de más de 200 bolivianos, podría costar unos 2.500 dólares.
El sistema autoabastecerá el consumo domiciliario en el día e inyectará a la red su excedente, con lo que retribuye su consumo nocturno de la red. “Cubriría casi toda la factura de consumo y sólo seguirá pagando alumbrado público y tasa de aseo”, dijo.
El sistema dura 20 años y su costo se cubre en siete años con la disminución en el monto de la factura de luz, dijo Fernández.