A un costo estimado de 53 millones de dólares, la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), anunció que tiene planes para emplazar una planta para la producción de zinc metálico, hidróxido de zinc, y minerales estratégicos para la industria tecnológica mundial. Sin embargo, el proyecto espera que los ministerios de Minería y Economía aprueben los recursos para hacerlo realidad.
Con este fin el presidente de la estatal minera, Eusebio Mendoza, informó a Brújula Digital, que puso en marcha un ambicioso proyecto de industrialización llamado Metalox, a través del cual pretende construir una planta hidrometalúrgica para tratar 50.000 toneladas (t) de concentrados provenientes de la Empresa Minera Colquiri, para la producción de zinc metálico, hidróxido de zinc y recuperar minerales tales como estaño, galio, indio, wolfrang, azufre, plomo, entre otros, considerados, en la actualidad, recursos estratégicos para la tecnología.
“La ventaja de este proyecto Metalox es que nos permite de ese concentrado que es sucio, que actualmente lo vendemos a precio de gallina muerta, (porque) pagan 300, 400, 500 dólares la tonelada, dependiendo de la cotización, nosotros pensamos mejorar ese precio, para comprar a Colquiri, tratarlo, y vamos a producir, zinc metálico, hidróxido de zinc, como principales elementos”, declaró Mendoza.
Pero los beneficios no quedan ahí. Según el ejecutivo, la planta permitirá “recuperar los minerales (que acompañan al zinc en los concentrados tales como) galio, indio, wolfrang, estaño, azufre, plomo; y vamos (incluso a llegar a) producir fertilizantes”, apuntó.
La planta, además, demandará una inversión económica, ya que “como tal va costar alrededor de 40 millones de dólares, y para capital de operaciones necesitamos 13 millones de dólares (adicionales). Con 53 millones de dólares vamos a tener una planta de 50.000 t. por día”, dijo Mendoza.
Prometió además que “este año tiene que hacerse (el proyecto) como sea”.
Dijo que en los planes que tiene, por ahora los minerales raros que serán extraídos de los concentrados, serán exportados, pero después, habrá que industrializarlos en el Estado.
Con decisiones en marcha y un proyecto listo, Mendoza adelantó además que la empresa que tendrá la responsabilidad de emplazar la planta lo hará bajo la modalidad “llave en mano”, es decir, los costos que implicará, por ejemplo, importar la maquinaria, armar y poner a funcionar la factoría, junto a técnicos especializados, correrá por cuenta propia del adjudicatario.
“La empresa se compromete a entrenar a la gente y administrar (la planta) por un año, además de abrir mercados y nos va entregar (después de un año) con mercado seguro para nuestros productos”, aseguró.
¿La empresa será China?, preguntó este medio a Mendoza, para conocer que firma internacional piensa deberá montar la planta en Bolivia.
“No, esta es americana”, respondió a la inquietud periodística.
La etapa de industrialización, así bautizada por Mendoza al salto cualitativo que está empeñado en materializar en los próximos años la Comibol, implicará también que las funciones que tiene bajo control en varios distritos mineros como en Pulacayo, serán reforzadas para convertirse en industrias, por ejemplo, de plantas para tratamiento de minerales.
Sin dinero y a la espera de aprobación de un presupuesto
Mendoza, sin embargo, reconoció que los planes que tiene en marcha para industrializar los minerales en Bolivia tropiezan con falta de recursos del Tesoro.
“El problema es capital, no tenemos capital, el Estado no nos quiere dar capital, Para Metalox hemos hecho la presentación al ministerio de Minería, al ministerio de Economía, les ha gustado el proyecto, pero está en el escritorio del ministro”, comentó Mendoza.
Al respecto el exministro de Minería y expresidente de Comibol, José Pimentel, coincidió con Mendoza en apurar el proyecto Metalox por la importancia que tiene para el Estado.
“El proyecto Metalox (…) puede ejecutarse en menos de dos años, y tiene la capacidad de recuperar siete metales de los concentrados de zinc; por los que actualmente Colquiri recibe un tercio del valor del zinc y de los otros, nada; su costo no pasa de 50 millones de dólares”, dijo Pimentel en un escrito que publicó en enero pasado en un medio impreso en La Paz.
Para el también dirigente minero, “los proyectos tienen que ser de ejecución inmediata, se debe dejar los proyectos de larga maduración. Así duerme en las gavetas de Comibol”, alertó.