Evo quiere al MAS en el poder “toda la vida” y junto a Arce insisten en la unidad

Evo Morales esperó a sus invitados especiales en la avenida 6 de Agosto de la ciudad de Oruro. Con Luis Arce el saludo fue cordial. Con David Choquehuanca el encuentro fue tímido, con un simple apretón de manos. Luego caminaron los tres para arroparse del apoyo de los militantes del Movimiento Al Socialismo (MAS) y en la testera se sentaron juntos, pero con poco cruce de palabras.

El MAS celebró ayer 27 años de vida. Lo hizo en la ciudad de Oruro con su militancia. A la capital orureña llegaron miles de simpatizantes. Desde aquellos que son parte de sectores sociales hasta funcionarios públicos. En el acto Evo Morales dijo que el MAS regresó al poder “para toda la vida” y que llamó a debatir sobre una “segunda revolución” que incluso puede abrir la Constitución.

Morales pidió a Arce “técnicos” para avanzar en lo que llamó la “segunda revolución cultural democrática” y no se cansó de culpar a la “derecha” de intentar dividir al MAS. El exmandatario llamó a sus bases, “pero sobre todo a la juventud”, seguir los pasos de “viejos líderes” con el objetivo de evitar fracciones en el oficialismo.

“Digan lo que digan, hagan lo que hagan el imperio y la derecha boliviana, este movimiento político, hermanas y hermanos, no estamos en la Casa Grande del Pueblo de inquilinos, no estamos de paso, nos vamos a quedar para toda la vida con la unidad del pueblo boliviano”, afirmó Morales, quien cerró el acto de festejo luego de otros discursos.

Morales se mostró cómodo. Hablaba con Arce, quien estaba sentado a su derecha. Un espacio más allá estaba Choquehuanca, con quien en el acto -que duró menos de dos horas- no cruzó palabras. Los tres líderes visibles del MAS estaban con cascos mineros. Evo hacía gestos al público y reconocía a algunos dirigentes que estaban abajo de la tarima. A su lado izquierdo estaba Andrónico Rodríguez, presidente de la Cámara de Senadores.

“Unidad del instrumento, unidad de nuestras organizaciones sociales, unidad del pueblo boliviano, unidad para vencer y venceremos unidos, hermanos”, insistió el exmandatario.

Morales, cuando pidió debatir sobre la “segunda revolución”, puso sobre la mesa posibilidad de abrir la Constitución Política del Estado. “Hermanas y hermanos, después de la pandemia, ¿qué cambia la situación política del mundo? Hay que debatir (leyes), hay que revisar la misma Constitución Política, no estamos como antes”, dijo el exmandatario.

Cambios a la Constitución

Morales ya había sugerido en enero de este año la realización de una reunión con exconstituyentes de su partido, los mismos que aprobaron la última versión de la Constitución Política del Estado (CPE) el año 2009, para “consultar” cambios en la Carta Magna.

“Unidos somos invencibles, movilizados somos inalcanzables”. Con esa frase, Evo Morales terminó su discurso entre aplausos y ovación de sus simpatizantes. Esta vez no atacó a los medios de comunicación.

Antes habló Arce. El mandatario emitió un discurso corto y se enfocó en lo que él llamó la “recuperación de la democracia” tras la gestión transitoria de Jeanine Áñez. “Esa victoria de octubre estuvo marcada por un elemento que nos ha unido a todos, la unidad del instrumento político la unidad de las organizaciones sociales, requisito sine qua non (sin la cual no) para que avancemos en nuestros subjetivos y logremos también beneficiar al pueblo boliviano; la unidad es un requisito”, afirmó el presidente.

Arce y Choquehuanca marcharon con Evo Morales al inicio del acto por algunos minutos sin ningún distintivo del MAS. El exmandatario estaba con gafas oscuras y una chaqueta del partido azul. Algunos dirigentes se acercaron a los actuales mandatarios para alcanzarles banderas y collares de guindarlas. Subieron a la tarima y se saludaron con dirigentes sindicales que estaban esperando el inicio del festejo.

Choquehuanca se mostró algo incómodo. Se tapaba del sol con la bandera del MAS. Miraba a todos lados, saludaba a algunos que estaban abajo de la tarima. Hablaba muy poco con Arce, que estaba sentado a su derecha, pero dialogaba más con el dirigente campesino Ever Rojas. Cuando Evo Morales emitió su discurso aplaudió solo una vez, cuando el expresidente dijo que el MAS ganó las elecciones de 2020 gracias a la unidad de los sectores sociales. Luego solo lo miraba.

Choquehuanca no habló al público. Estuvo las dos horas del acto y luego se retiró con el apoyo de algunos de sus simpatizantes. Se notó la distancia entre el vicepresidente y Morales. Al igual que en el inicio del acto, ambos se dieron un simple apretón de manos.

El aniversario del MAS se vivió en medio de las pugnas cada vez más públicas por el liderazgo del partido. Morales habla de traidores, mientras que Arce hace constantes llamados a la unidad para dejar de lado los intereses personales de algunos dirigentes.

Choquehuanca también habló de divisiones internas en el MAS y pidió a sus bases no fraccionarse ante las acusaciones de traiciones. “Nos quieren dividir a través de las redes sociales, si nosotros vamos a hacer caso a las redes sociales, estamos perdidos, mucho cuidado hermanos. Nos quieren dividir, algunos de la izquierda, otros de la derecha. Estamos en proceso de descolonización, somos fuertes”, decía la segunda autoridad hace una semana en La Paz.

Poca logística

El acto del MAS empezó una hora después de lo programado. A la ciudad de Oruro llegaron militantes oficialistas de diferentes partes del país. Pero también se evidenció la presencia de funcionarios públicos que viajaron desde la sede de Gobierno.

La logística estuvo mal planificada y se vio a la “Seguridad Sindical Nacional” cuidando a Evo Morales, quien salió del acto ovacionado en un vehículo con sus ayudantes.

Arce y Choquehuanca tuvieron su propia seguridad del Estado. No tanta aglomeración como cuando salió del acto Evo Morales. Los mandatarios salieron juntos en un vehículo público. Horas antes también estuvieron juntos en un acto en el municipio de Monteagudo, en Chuquisaca.

La palabra unidad fue la más escuchada en los discursos. Ever Rojas, principal dirigente campesino, fue duro y de manera indirecta aprovechó que Arce, Choquehuanca y Morales estaban en la testera para pedirles evitar fricciones y llamar a la unidad.

Algo similar pidió Gonzalo Quispe Choque, el principal dirigente de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia. El minero exigió unidad y solicitó a sus bases unirse en torno a los tres líderes del MAS.

No hubo tanto discurso. No habló ni una dirigente mujer, a pesar de que en la testera estaba la principal ejecutiva de las Bartolinas, Flora Aguilar. La agenda de Arce obligó a que el acto sea corto, pero la fiesta siguió hasta altas horas de la noche en las calles centrales de la ciudad de Oruro. Hubo grupos musicales, bandas y militantes del MAS consumiendo bebidas alcohólicas.

El MAS cumplió 27 años y por primera vez con divisiones notorias. Choquehuanca no se siente cómodo con la presencia de Morales y Arce trata de mediar.

SourceEl Deber

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