Comienza a bajar el precio de los fletes navieros que encarecieron hasta 500% el 2021, afectando principalmente a los importadores del país, durante la peor crisis del transporte marítimo por la pandemia del covid-19. Uno de los mayores problemas para el sector, según uno de sus miembros, ahora son los “reintegros”, una medida que eleva el pago de impuestos.
En una entrevista con CORREO DEL SUR, Juan Conde, un importador local con casi 30 años de experiencia en el rubro, comentó que en su caso antes de la pandemia traía un contenedor desde China con 2.500 o 3.000 dólares. Sin embargo, el año pasado el precio se disparó a $us 20.000.
“Ese precio alto se mantuvo durante todo el 2021, pero ahora ha bajado bastante, está en $us 9.500”, dijo, al agregar que actualmente mejoró la disponibilidad de contenedores navieros y que el ingreso de mercadería al país ya es “normal”.
Cada contenedor tiene 68 pies y puede cargar hasta 25 toneladas.
REINTEGROS
Conde tuvo que lidiar como pudo con el encarecimiento de los fletes navieros en 2021, pero ahora enfrente otro problema, comenta: los reingresos.
“Ya no estamos trayendo como antes más que todo por (culpa de) la Aduana, no hay confianza con la Aduana, porque no respetan los valores de fábrica que compramos y en cada nos sacan reintegros, reintegros”, se quejó.
Observó que el Gobierno no ofrece estabilidad en los impuestos porque “de la noche a la mañana va variando los aranceles”. “Estos reintegros son muy altos; por ejemplo, una mercadería que cuesta $us 10 y tú declaras esos 10 $us, sobre eso pagas al impuesto, pero de aquí a unos cinco años el Gobierno recién te saca una resolución diciendo que ‘ha sido muy baja la declaratoria de mercadería’, entonces sobre eso te incrementa otros $us 10, o sea, tendrías que pagar el doble impuesto”, explicó.
Conde dijo que si uno no paga esos reintegros la Aduana te confisca tus bienes. “Reclamar (al Gobierno) es como irnos contra una pared porque en realidad la misma Aduana es juez y parte, o sea, no nos ofrecen garantía ni credibilidad”, recalcó.
Este importador local recuerda que hace 30 años, cuando empezó en el rubro, era distinto. “Antes, declarabas la mercadería, verificaban que era la misma mercadería que declarabas, pagabas el impuesto y de inmediato salía el camión. No había problemas”, subrayó.