La producción de soya baja en 300.000 toneladas en momentos de subida de precios

La cosecha de soya en Santa Cruz presenta una baja de 300.000 toneladas respecto a la anterior campaña, mientras que el precio internacional ha mejorado sustancialmente en los dos últimos años. La productividad es baja en comparación con países vecinos que utilizan semillas genéticamente mejoradas.

La cosecha de soya en Santa Cruz tiene un avance del 80% y se espera que concluya con una producción total de 2,2 millones de toneladas. Esto representa una caída de 300.000 toneladas respecto a la anterior campaña. Esta reducción se debe “a las pérdidas por la sequía presentada en etapas de desarrollo del cultivo”, explicó el gerente de la Asociación de Productores de Oleaginosas (Anapo), Jaime Hernández.

La producción está destinada principalmente a la agroindustria boliviana para su procesamiento en productos con valor agregado, como la harina y aceite de soya. Luego esto se utiliza “en un 20% para abastecer la demanda del mercado interno y en un 80% para la exportación”, puntualizó Hernández.

Los principales destinos externos son Colombia, Perú, Ecuador y Chile.

El precio de la soya estuvo en niveles bajos hasta 2020, debido a la pandemia y a la oferta existente en el mercado mundial. Sin embargo, “en los dos últimos años se ha dado una subida de precios importante”, señaló el gerente de Anapo.

Según datos de la bolsa de Chicago, el grano se cotizaba en noviembre de 2021 en $us 432,55 por tonelada y en la actualidad subió a $us 630,06.

En Bolivia, el cultivo de soya tiene un rendimiento promedio de 2,1 toneladas por hectárea, en tanto que en países vecinos el rendimiento está entre 2,7 y 3 toneladas por hectárea debido a que utilizan semillas genéticamente mejoradas, apuntó Hernández.

“Esto nos lleva al desafío de aumentar la producción mejorando la productividad con nuevos eventos de semilla genéticamente mejorada que esperamos sean aprobados por el gobierno nacional”, insistió.

El cultivo de soya es en extremo importante porque se ubica en la base de la cadena de la producción de las proteínas. Del suministro de soya dependen los productores ganaderos, de pollo, huevos, cerdos, pescado, leche y derivados

SourceLa Razón

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