Para cuidar el medio ambiente ¿usted pediría eliminar los subsidios?

Por Mauricio Medinaceli, Economista graduado en la Universidad Católica Boliviana, con estudios de Postgrado en Chile y Alemania. Fue Ministro de Hidrocarburos y coordinador de Hidrocarburos en OLADE.

Para ser más preciso, ¿usted pediría eliminar el subsidio a los precios de la gasolina, diésel oíl y gas natural en el mercado interno?

Hace algunos días atrás circuló por las redes la noticia de dos activistas que arrojaron sopa de tomate sobre el cuadro “Los girasoles” de Van Gohh en la National Gallery de Londres. Las dos activistas tenían poleras con el siguiente texto: “Just Stop Oil”, algo así como “simplemente detengan el petróleo”. Días más tarde, otro par de activistas arrojaron puré de papa sobre un cuadro de Monet en un museo en Alemania, bajo la premisa “¿Qué vale más, el arte o la vida?” en alusión a los problemas ambientales que actualmente son motivo de discusión en el mundo.

Las reacciones de las personas no se dejaron esperar. Como es natural, surgieron posiciones a favor y en contra de este tipo de activismo. En nuestro país ocurrió lo propio, en las redes las personas estuvieron (al menos por un momento) discutiendo sobre estas acciones, en particular, el evento de la sopa de tomate en Londres. Quienes están a favor afirman que este tipo de eventos son útiles porque al menos llaman la atención sobre un problema de escala mundial, como es el cambio climático. Quienes están en contra, piensan que existen otras formas de protesta que no implique el daño a obras de arte, pero casi en un tono de resignación concluyen afirmando: “El mal siempre se ha hecho en nombre del bien”.

En este contexto quisiera compartir con ustedes algunas estadísticas de cómo estamos en casa, con relación al consumo de energía. La Figura 1 presenta dicho consumo de acuerdo con los principales sectores económicos. Como queda claro, es el sector transporte el mayor consumidor de energía y, al mismo tiempo, fue el responsable del notable crecimiento observado a partir de los años 2004-2006. No es novedad entonces, que el consumo de gasolina, diésel oíl y GNV represente el 50% del total de energías consumidas, ver Figura 2.

¿Ayuda que las familias bolivianas ahorren energía? Sí, ayuda. ¿Ayuda que las industrias en nuestro país ahorren energía? Sí, ayuda. ¿Ayuda que los sectores de construcción y minería ahorren energía? Sí, ayuda. Sin embargo, si realmente queremos disminuir nuestra huella de carbono, si realmente queremos (como país) marcar una diferencia ayudando al medio ambiente, además de solucionar el problema de la deforestación, es necesario hacer más eficiente el uso de energía en el transporte, hablo de automóviles, taxis, minibuses, micros, motos, etc. Y ojo, no solo es un problema boliviano, a nivel mundial el sector de transporte es un devorador de energía.

Si este es un gran problema entonces ¿Ayuda tener un teleférico? Sí ayuda. ¿Ayuda tener un servicio de transporte masivo? Sí, ayuda. ¿Ayuda comprar bicicletas? Sí, ayuda en algo. ¿Ayuda tener autos eléctricos? Ayuda un poco, porque en nuestro país la electricidad se genera con otro combustible fósil, el gas natural. Si bien estas medidas ayudan, lo que sí generaría un impacto importante es la eliminación de los subsidios a la gasolina, diésel oíl y GNV (el gas natural que utilizan los autos). Existe cierto consenso en la literatura sobre este tema, es decir, que la presencia de subsidios a los combustibles fósiles agrava el problema ambiental.

Y es aquí donde surge el dilema. Cuando me toca dictar un curso sobre estos temas, la primera pregunta que hago a los participantes es: “¿Quiénes quieren cuidar el medio ambiente?” Casi el 100% de ellos levanta la mano. Luego lanzo la segunda pregunta: “¿Quiénes quieren pagar más por la gasolina y electricidad para cuidar el medio ambiente?”. Ahí muy pocas manos quedan arriba. Y es que las cosas son así, mientras no nos toquen el bolsillo, mientras no nos implique un incremento en los costos, todos queremos cuidar el medio ambiente, incluso lanzando latas de tomate a cuadros famosos.

El dilema no es trivial, sobre todo en sociedades con ingresos tan bajos como la nuestra y esto también se repite a nivel mundial. Cuando el cinturón ajusta, no hay medio ambiente o cuidado de la salud que valga. Existen mecanismos que podrían paliar este dilema, pero de una u otra manera, es necesario asumir que el cuidado al medio ambiente implica costos y esos costos, algún momento debemos asumirlos.

Y usted, que tanto desea cuidad el medio ambiente ¿Conoce cuántos kWh consumió su hogar el último mes?

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