Carlos Garibaldi:“Hoy la matriz energética global depende hasta un 65% de hidrocarburos”

Preside la Asociación de Empresas de Petróleo, Gas y Energía y dice que ante la caída de la producción de hidrocarburos urge atraer inversiones, no solo para explorar, sino también para llegar a mercados globales

El conflicto bélico en Europa amenaza todos los sectores y profundiza la crisis energética. La industria del petróleo y gas afronta un “mar tormentoso”, reflejado en desafíos para adaptarse a la transición energética, que ha cambiado de ritmo, pero no de rumbo, aseguró Carlos Garibaldi, secretario ejecutivo de la Asociación de Empresas de Petróleo, Gas y Energía Renovable de América Latina y el Caribe (Arpel) en diálogo con Grupo EL DEBER.

_¿Cómo está la industria petrolera ante el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania?
La invasión de Rusia a Ucrania, inicialmente pretendiendo un rápido cambio de régimen, se ha estancado en una guerra que parece de largo aliento. Lo que pudo haber sido un incidente coyuntural se ha transformado entonces en un nuevo statu quo estructural.
El peso propio de la industria hidrocarburífera rusa, hoy parcialmente excluida del mercado mundial debido a las sanciones aplicadas, ha provocado naturales aprehensiones sobre seguridad energética, especialmente en los países europeos, y una escalada de precios del crudo y del gas. Esa es la oportunidad que tenemos como región, la de atender a esa brecha entre demanda y oferta en un ciclo de precios favorables a los productores. Pero si bien esa disrupción puede haber alterado el ritmo de la transición energética, no ha variado su rumbo. La transición debe continuar como imperativo global para aminorar los impactos del cambio climático.

_¿En qué volumen y porcentaje han crecido la producción de gas natural y petróleo en los últimos años?
El petróleo y el gas han registrado dinámicas diferentes en los últimos años. En particular, porque las cuarentenas y la pandemia afectaron más a aquellos usos vinculados al transporte, lo cual lógicamente recae más sobre el consumo de petróleo.
Por otra parte, los efectos de la guerra entre Rusia y Ucrania afectarán más al mercado de gas natural. En ambos casos, la demanda global cayó considerablemente durante 2020, para ya en 2021 iniciar la senda de recuperación hacia sus valores de tendencia de largo plazo. En el caso del petróleo y a nivel global, la caída de la demanda en 2020 estuvo alrededor del 9%, para rebotar un 6% en 2021.
Por ende, en 2021 la demanda estuvo entre un 3 y 4% por debajo de los valores de 2019. En cuanto a la región, la caída fue aún más pronunciada en 2020, cayendo alrededor del 12% para recuperarse un 10% en 2021, por lo cual, si bien la volatilidad fue mayor, la demanda en 2021 se ubicó alrededor del 3% por debajo de 2019, en línea con la tendencia internacional.
Desde el punto de vista de la producción de crudo y más allá de la distorsión generada por la pandemia, existen desempeños muy disímiles.
Brasil, con el desarrollo del Presal en el offshore, ha logrado incrementar consistentemente su producción en los últimos años, la cual ronda los 3 millones de barriles día, que representan alrededor del 35 al 40% de la producción de la región. Por su parte Argentina, con el desarrollo de Vaca Muerta, también ha logrado incrementar su producción en los últimos años. Por último, Guyana, la nueva provincia petrolera, ya está aportando más de 100.000 barriles/día de producción offshore y su producción seguirá creciendo en los próximos años, ya que sus campos se encuentran en pleno desarrollo.
En el otro extremo tenemos a Venezuela con las reservas de petróleo más grandes del mundo; su producción se ha reducido un 70% en los últimos cinco años, situándose actualmente en los 650.000 barriles por día aproximadamente. En el caso del gas natural, también a escala global, la caída en 2020 fue menor al 3% y su rebote en 2021 alrededor del 4,5%, por lo que en 2021 la demanda fue casi un 2% mayor que en 2019.
A escala regional la caída en 2020 estuvo alrededor del 8%, recuperándose en 2021 cuando se volvieron a alcanzar los valores de 2019.
Desde el punto de vista de la producción gasífera, sí se ha notado cierta caída en los últimos años, en particular por la declinación de la producción en algunos países clave como Trinidad y Tobago, Bolivia, Venezuela o México, la cual no es compensada por países de mejor desempeño reciente, como Argentina.

_¿Qué países de América Latina son los potenciales productores en la actualidad?
En América Latina, la economía de muchos países depende críticamente de su producción y exportaciones de petróleo y gas natural, y existe un muy buen potencial de ambos recursos. Es el caso del Presal de Brasil, Vaca Muerta en Argentina, así como las nuevas oportunidades que surgen en el offshore en la costa caribeña de América del Sur, en el cual se han realizado importantes descubrimientos en Colombia, Surinam y Guyana, país que ya pasó a la etapa de producción.
También países como Ecuador, Bolivia, Colombia, Perú, México o Trinidad y Tobago, tienen potencial para seguir explorando y desarrollando.
El desafío se encuentra, precisamente, en atraer las inversiones necesarias para el desarrollo de dichos recu
rsos y, en el caso del gas natural, de toda la infraestructura de transporte y exportación que permita abastecer los mercados globales.

_¿Cuáles son las funciones de Arpel en la región?
Arpel es meramente el órgano ejecutor de la estrategia sectorial de sus empresas miembros. Incluye a compañías nacionales (casi todas las de la región), firmas privadas regionales, globales y de servicios.
Por su expreso mandato es que impulsamos su transformación a través de la cooperación y del compartir mejores prácticas hacia la excelencia operativa y la descarbonización, la adaptación a la nueva realidad y la mejor comunicación con la sociedad.
Como industria, llevamos más de un siglo satisfaciendo la demanda de energía que ha provocado un progreso mundial sin precedentes, la reducción drástica de la pobreza y la mejora sustancial de la calidad de vida en casi todo el planeta.
Somos conscientes de la externalidad provocada por dicha demanda y consumo por la “ley de las consecuencias no previstas”. Pero hemos escuchado los reclamos sociales, aceptamos el efecto antropogénico en el cambio climático al que también somos vulnerables, y el imperativo de su control.
Estamos capacitados para hacer mucho mejor lo que ya venimos haciendo desde hace más de un siglo y aprender lo que debemos aprender para transformarnos de “empresas petroleras” a “empresas de energía” limpia.

_La conferencia de Arpel vuelve a ser presencial en Perú después de dos años…

En efecto, tras el impasse provocado por la pandemia del Covid-19 nuestra industria ha regresado a las reuniones presenciales, más efectivas comunicacionalmente que las virtuales.
Estábamos todos ansiosos por vernos en persona, estrecharnos las manos e intercambiar opiniones. Decidimos entonces que la sexta Conferencia de Arpel (Lima, 14 al 16 de noviembre) sea exclusivamente presencial. Esta es la primera vez que la hacemos fuera de Uruguay y la idea es ir rotando por la región.

_¿Cuál es el objetivo del evento y en qué aportarán las conclusiones a la industria petrolera?
El lema de nuestra Conferencia: ‘Impulsando la transformación del sector de petróleo y gas de la región’ describe suscintamente el rol de Arpel “en una era de transiciones energéticas y nuevas dinámicas de riesgo”.
Como la Asociación de Empresas de Petróleo y Gas de América Latina y el Caribe (ahora expandida a la energía renovable), queremos colaborar con la transformación que deben encarar nuestras empresas miembro, de empresas de petróleo y gas a compañías de energía.
Confiamos en que las conclusiones de la conferencia ayuden al equilibrio en la travesía entre la seguridad energética de nuestros países y la transición energética. Vemos en esa tensión no una dicotomía mutuamente excluyente, sino una complementariedad que nos brinda oportunidades como industria.
Durante el evento conversaremos de las oportunidades de exploración y producción, tanto desde el punto de vista de las empresas como el de las agencias de hidrocarburos, en contrapunto con las oportunidades que tendría nuestra región para aumentar su participación en el mercado mundial.
Sobre todo, enfocados en el gas natural y su rol en la descarbonización, la seguridad energética y la integración regional. Hablaremos también del impacto específico sobre el sector refinador, en competencia con biocombustibles y con la electrificación del parque automotor.
Tocaremos también los temas que hacen a la sostenibilidad en todos sus aspectos: cambio climático, gestión corporativa, transparencia, compliance, digitalización, ciberseguridad y talento humano (diversidad e inclusión).
Alrededor de 15 directores ejecutivos (CEO) de la región nos comunicarán cómo están encarando la transformación de sus compañías y tendremos también la visión global de Daniel Yergin, vicepresidente de S&P Global.

SourceEl Deber

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