Bolivia apunta a una renta del litio de $us 5.000 millones anuales en el corto plazo

El vocero del Ministerio de Hidrocarburos y Energías, Ronald Veizaga, explica los alcances del contrato suscrito recientemente por YLB con el consorcio chino CBC para la explotación de litio mediante la tecnología EDL en los salares de Uyuni y Coipasa. Se refiere también a los volúmenes de producción planificados y la renta que se espera generar para nuestro país con la producción del metal blanco. El representante estuvo presente en La Razón Radio, donde fue entrevistado por el periodista Rubén Atahuichi. Ahí informó sobre la cuantificación de reservas que está en marcha y el modelo de negocios boliviano, con fuerte énfasis en la soberanía nacional.

—La semana pasada se firmó un contrato con la empresa china CBC para la explotación del litio con tecnología de Extracción Directa de Litio (EDL). ¿Cuáles son los detalles de esto?

—En realidad, se trata de un convenio que suscribe nuestra empresa estratégica Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB). Creemos que va a ser de la mayor relevancia en el transcurso del tiempo, a medida que este recurso estratégico, como es el litio, va a ir incrementando también su importancia a nivel global. El litio es un elemento de transición. Es lo que se conoce a nivel mundial como un elemento estratégico de transición, porque permite la modernidad. Permite que hoy en día tengamos nuestro celular con batería, la electromovilidad y una serie de transformaciones energéticas que se vienen dando a nivel global. El sector energético es fundamental para darle, a cualquier país, la energía necesaria para apalancar el desarrollo. En la época en que vivimos ya no da igual cómo se genera la energía y cómo se la utiliza. Hay una toma de conciencia global sobre las necesidades de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y limitar el calentamiento global. Justamente en ese escenario de la transición energética es donde vemos el discurso del presidente Luis Arce, en el aniversario del 22 de enero. Él menciona el tema de litio y eso nos muestra que la agenda energética está acorde al tiempo en que nos encontramos. Las exigencias sociales ya no están centradas en los combustibles fósiles, sino que muestra ese giro hacia una transición hacia nuevas fuentes energéticas más limpias y amigables con el medioambiente. Eso es una buena noticia para el país y, sobre todo, para nuestras nuevas generaciones, pero también por el desarrollo tecnológico que esto genera y las nuevas oportunidades de negocio y de crecimiento que esto implica. Es en ese contexto que el presidente Arce presenta la industrialización de litio con la suscripción de este convenio entre la empresa estratégica YLB y el consorcio chino CBC. Se trata de tres empresas asociadas. CATL es una empresa líder en tecnología innovadora y en el área de baterías. Hoy por hoy, CATL suministra más de 4 millones de vehículos eléctricos. BURNP es una empresa también líder mundial en el reciclaje de baterías. CMOC es una empresa que está en el área de los minerales y metales de nuevas energías, como es el caso del litio. En conjunto, este consorcio tiene un patrimonio de más de $us 220.000 millones. Eso nos muestra el tamaño de las empresas involucradas, la importancia que le están dando a los recursos bolivianos y la seriedad que se está avanzando en esta materia.

—¿Cuáles son los objetivos de este convenio?

—Lo que el convenio permite es brindar el marco para realizar las actividades necesarias para la implementación de dos complejos industriales, cada uno con una capacidad de 25.000 toneladas al año para producir carbonato de litio, grado batería. Se producirá esto a través de una nueva técnica de tecnología avanzada, que es la EDL. La misma nos da una solución viable real y rápida de implementación. Lo que antes eran procesos que tomaban varios meses, incluso hasta un año, ahora se puede hacer en cuestión de horas. Además, esto se alcanza de una manera más respetuosa y amigable con el medioambiente. Constituye un primer hito importante en cuanto a lo tecnológico y en cuanto a la seriedad de los socios que el país está seleccionando.

—¿Cómo aporta esto a Bolivia?

—Hay un aspecto fundamental, que es el modelo de negocio diferente. Un modelo propio de inversiones en el país, que antepone el principio de respeto a la soberanía nacional. En otros países y lo que a nivel global se estila hacer para la explotación del litio son modelos donde los países venden o concesionan sus recursos a empresas y la participación del Estado se reduce solamente a las regalías o la administración de impuestos. En contraste, Bolivia plantea ahora un modelo diferente, donde el Estado, a través de nuestra empresa estratégica YLB, estará presente en toda la cadena productiva, teniendo el 100% del control desde la extracción de litio, posteriormente su industrialización y más adelante la comercialización de los productos. Entonces, la firma de este convenio es una confirmación de que este modelo soberano es viable para empresas de primer nivel mundial, como es el caso de CATL. Bolivia reúne las condiciones necesarias para atraer inversión extranjera directa. No se habla mucho respecto a esto, pero aquí vemos de manera evidente que hay empresas de gran calibre, de importante patrimonio, que se sienten seguras de poder invertir de forma directa en el país.

—¿Cuánto invertirá CBC?

—En este caso del consorcio CBC, tiene previsto invertir más de $us 1.000 millones en la instalación y puesta en marcha de estas plantas y en su plan de inversiones en Bolivia. El consorcio, ya con la firma de este convenio, empieza con las actividades necesarias para la implementación de esta planta, que son los estudios de factibilidad y de preinversión, que se estima tomen alrededor de unos seis meses aproximadamente. Luego de ello, se estima que las plantas serán construidas en este año y que puedan arrancar y estar operando, incluso a su capacidad de diseño, en 2024. Son cosas de las que estamos hablando en el corto plazo. Se estima que al final del proyecto CBC invierta un poco más de $us 1.000 millones en esta etapa. Se están haciendo los estudios de factibilidad y de preinversión pero ya se ha ganado una inversión de alrededor de $us 1.100 millones. Nuestra expectativa es que se llegue a invertir más, porque este es el primer convenio que se firma. Queremos atraer más inversiones. Sabemos que los recursos disponibles en Uyuni son amplios y tenemos el interés de, a partir de esta primera experiencia, dejar las puertas abiertas para que otras iniciativas puedan irse desarrollando de manera paralela. Va a ser realmente un gran foco de desarrollo para el departamento de Potosí, en el salar de Uyuni; y de Oruro, en el salar de Coipasa. En general, será positivo para todo el país.

—Quedaban seis empresas en carrera por la explotación vía EDL en el país. ¿Cuál es la situación de las otras cinco?

—La suscripción de este convenio con el consorcio chino CBC es la culminación de un trabajo serio, un trabajo responsable, que, si bien requirió de tiempo y de mucho esfuerzo, hoy nos permite contar con otras cinco empresas que reúnen las condiciones para desarrollar la EDL en el país. Ninguna de estas ha sido descartada. La firma del convenio con CBC no cierra las puertas a las otras. Bolivia prevé tener más de dos plantas de EDL a fin de ampliar su capacidad. CBC tenía las condiciones necesarias y se pudo avanzar de una manera más rápida que con las demás. Además, en el proceso se destacó por su capacidad de volúmenes de inversión y otros. Pero es bueno reiterar que esto no cierra las puertas, que están abiertas a las otras cinco empresas y, por qué no, a más todavía. Este es un proceso que empezó, más o menos, en abril de 2021. Se recibieron propuestas de varias empresas, alrededor de 20 interesadas. Cuando se fue avanzando, ocho empresas pasaron a la fase de pilotaje, de demostrar su tecnología. Se hizo la evaluación económica de mercados, etcétera. Al final se han quedado con seis empresas. La primera ubicada es con la que se firmó este primer convenio. Hay una empresa norteamericana, Lilac Solutions; otras de origen asiático, tales como Citic Guoan Gruop/Crig, Xinjiang Tbea Group y Fusion Enertech; y una rusa, Uranium One Group. Todas son empresas de primer orden a nivel global y creemos que Bolivia, en función de las demandas y de este modelo de negocio soberano, va a entablar en lo posible la relación con todas.

—¿Cómo está avanzando la certificación de reservas en los otros salares, además de Uyuni?

—Efectivamente, nosotros en el salar de Uyuni tenemos 21 millones de toneladas de recursos de litio cuantificados. Recientemente se concluyeron los trabajos de exploración en los salares de Coipasa, en Oruro; y Pastos Grandes, en Potosí. Es bueno saber que Bolivia, además de estos salares, también tiene otros, pero éstos son los tres más grandes, los tres con mayores potenciales. Se hizo la cuantificación en estos otros dos salares, que no se tenía. Los resultados se están procesando y van a estar en el transcurso de las próximas semanas. Lógicamente, Bolivia va a superar por mucho las 21 millones de toneladas. Lo importante, más allá del número, que sin duda va a ser alto, es que nos va a permitir ratificar al país como el que más recursos de litio tiene en el mundo. Esto nos va a garantizar la explotación de estas importantes riquezas y sobre todo consolidar la posición privilegiada de Bolivia a nivel global. Esto nos permitirá un posicionamiento estratégico para asegurar que los intereses soberanos del Estado sobre estos recursos sean los que prevalezcan y creo que esa es la gran importancia para el país. Certificar que Bolivia es el primer país con mayores reservas nos va a permitir asegurar su industrialización.

—¿Cómo se observan las declaraciones de la jefa del Comando Sur de EEUU, Laura Richardson, en sentido de que los intereses de su país en América Latina están centrados en recursos como el litio?

—Si bien esta es una pregunta que hace al relacionamiento internacional y que deberíamos realizarla en realidad hacia nuestro Ministerio de Relaciones Exteriores, que son los voceros oficiales en lo que a relacionamiento internacional se refiere, me voy a permitir comentar desde el punto de vista estrictamente técnico, qué es lo que hacemos desde el Ministerio de Hidrocarburos y Energías. Creo que estas declaraciones en realidad son una ratificación de que el litio es un recurso estratégico y que es de interés no solo nacional, sino que es de interés global. La suscripción de este convenio entre YLB y el consorcio chino CBC ha tenido repercusiones y comentarios en todos los niveles. Sin embargo, nuestro país es soberano y tiene la capacidad técnica, tiene la solvencia, para saber y definir lo que le es conveniente para el beneficio de las bolivianas y bolivianos. Es por ello que es importante volver a resaltar y ratificar lo que comentábamos sobre que este modelo de negocio soberano ahora se ha concretado con esta suscripción de convenio. Eso es un hecho relevante e importantísimo, porque el Estado boliviano, a través de YLB, estará presente con el control del 100% en toda la cadena de valor, desde la explotación hasta la comercialización. Yo creo que este tipo de declaraciones nos ratifica de que estamos yendo por buen camino en el sentido de la seriedad y la solvencia técnica que se está dando al proceso, pero también en el sentido de precautelar un modelo de negocio soberano frente a cualquier interés que pueda venir de cualquier país que sea.

—Richardson también expresó sus reparos sobre las inversiones chinas y rusas en la región.

—Bueno, como decía, puede haber muchas opiniones de diversos actores, pero es importante destacar esa capacidad que tiene Bolivia, esa soberanía, para saber y decidir lo que le es más conveniente para el beneficio de la población. Yo creo que esa es la noticia y la seguridad que tenemos que pasar a la población, de que no estamos en un estado de indefensión. Tenemos las capacidades y la solvencia técnica, administrativa y legal para asegurar que sean los intereses nacionales los que vayan a primar en toda la toma de decisión y en toda la industrialización de la cadena de litio. Ya a nivel de Estados y de relaciones bilaterales, será el Ministerio de Relaciones Exteriores que asumirá una posición formal respecto a las declaraciones que puedan ir surgiendo y, seguramente, esta no va a ser la única ni será la última. A medida que este recurso estratégico comience a industrializarse vamos a ser el foco de las miradas y de las atenciones a nivel global de una serie de países, de una serie de intereses. Es por eso que, desde el Ministerio de Hidrocarburos y Energías, tomamos esta responsabilidad de una manera muy seria y estamos avanzando de manera rápida y también con pasos firmes. Estamos dando certeza a la población, al Estado, de que se están precautelando los intereses nacionales sobre cualquier otra expectativa que pudiera surgir de cualquier otro actor.

—¿Cuál es el aporte esperado del litio a la economía boliviana en el corto plazo?

—Actualmente está en curso nuestra Planta de Industrialización, que veníamos trabajando. Son 15.000 toneladas año. Con estas dos plantas más de EDL ya estamos pensando subir a 65.000 toneladas al año en total. Si ponemos el precio promedio con el que ha cerrado el litio en esta última gestión, alrededor de $us 78.000 por tonelada, pero siendo conservadores y tomamos como base $us 70.000 por tonelada y multiplicamos esto por la producción esperada, estamos hablando de que Bolivia va a recibir recursos del orden de los $us 5.000 millones en el corto plazo, en 2024 cuando empiecen estas plantas a operar. Eso, hoy por hoy, ya superaría los ingresos que tenemos por la renta petrolera y esas son las buenas noticias. Estamos trabajando con las otras empresas para concretar todavía más proyectos en el corto plazo, pero nuestra meta ahora está enfocada en estas dos plantas, más la Planta Industrial. También, no quedarnos solo en el carbonato de litio, sino en desarrollar materiales catódicos y baterías en el menor plazo posible. Creemos que en ese sentido los bolivianos podemos respirar tranquilos, sabiendo que el país tiene las condiciones de brindar los recursos necesarios para su crecimiento.

Ronald Veizaga
Vocero del Ministerio de Hidrocarburos y Energías.

Es ingeniero eléctrico con especialización en sistemas de potencia y nuevas tecnologías energéticas.
Ha desempeñado diferentes funciones directivas en el sector privado llegando a ser designado Gerente General de la Cámara Boliviana de Electricidad y miembro del directorio de varias empresas del sector energético nacional.
En la administración pública, desempeñó diferentes funciones directivas, interviniendo en la implementación de diversos proyectos estratégicos.
Es docente universitario y ha participado en varias publicaciones a nivel nacional e internacional.

SourceLa Razón

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