La gran minga contra el dengue, realizada este domingo en la cuidad capital, concluyó con buenos resultados porque se logró eliminar 953.375 criaderos de mosquitos de los hogares y detectar a 597 personas con síntomas de dengue. Así lo dio a conocer anoche el presidente del Estado, Luis Arce Catacora, durante la evaluación de la cruzada, con el 60% de los datos.
El mandatario destacó que se logró intervenir 190.675 viviendas en 11.972 manzanas y que las brigadas de salud atendieron a cerca de 600 personas con síntomas de dengue, de las cuales 15 fueron derivadas a hospitales públicos debido a la gravedad de sus cuadros.
“Son datos muy alentadores, nos sentimos muy contentos y muy felices de que el trabajo conjunto entre la Gobernación, el municipio cruceño y el Gobierno nacional haya alcanzado estos resultados. Esto hay que tenerlo muy en cuenta para repetir estas acciones porque esta tarea no acaba acá”, señaló el mandatario al indicar que las acciones contra el vector del dengue deben continuar hasta conseguir el control de la enfermedad.
La gran movilización comenzó a las 7:30 con un despliegue de más de 11.000 personas de los tres niveles de Gobierno, además de la Policía, Fuerzas Armadas, entidades profesionales, universitarios, personal técnico de salud y otros. Brigadas móviles de salud acompañaron en el recorrido para dar asistencia a las personas con síntomas de dengue.
Partieron desde el Cambódromo y desde otros puntos estratégicos con la misión de cubrir los 12 distritos urbanos de la ciudad. Previamente participaron del acto de inicio de la cruzada, encabezado por el ministro de Salud, Jeyson Auza; el ministro de Defensa, Eduardo Del Castillo; el acalde cruceño, Jhonny Fernández; y autoridades de la Gobernación.
Rápidamente los brigadistas llegaron hasta los barrios, donde los esperaban vecinos que decidieron sumarse a la cruzada o que estaban listos para abrir las puertas de sus viviendas.
Aprovecharon la actividad no solo para desechar los criaderos de mosquitos, sino también para despojarse de los cachivaches que muchos acumulan porque no son llevados por el camión recolector. Colchones, muebles viejos y hasta heladeras en desuso fueron sacados a la calle para que sean llevados por los camiones que recorrieron las calles levantando los residuos acumulados.
El barrio Ambrosio Villarroel recibió a un grupo de efectivos policiales y funcionarios municipales, que llegó con biolarvicida. Marcela Fernández abrió la puerta de su vivienda y ayudó a cargar, en una carretilla, botellas de vidrio y de plástico, baldes y partes de inodoros, que estaban entre la maleza y que tenían larvas de mosquitos.
Su vecina hizo lo mismo y dejó que revisen todo lo había en su canchón, incluso, las plantas del jardín. Quedó asombrada cuando encontraron larvas entre el tallo y la hoja de una planta. Escuchó atenta las recomendaciones de los brigadistas, que le pidieron limpiar cada semana su casa para eliminar los criaderos y así evitar que el mosquito se desarrolle.
Ella también aprovechó para sacar las cosas viejas que tenía almacenada en su patio, como un mueble que no sabía donde llevar.
En el barrio Cañada Pailita, Mauricio Solares, no dudó en ayudar a los funcionarios públicos. De su vivienda sacaron botellas de vidrio, llantas, baldes, masetas, juguetes, además de un televisor en desuso. También colocaron biolarvicida en un estanque.
Solares, al igual que otros vecinos, destacaron el trabajo conjunto de este domingo, pero consideró que debió realizarse antes de que el dengue ataque con fuerza. “Está muy bien lo que están haciendo, pero era mucho mejor si se lo hacía antes de que haya tantos enfermos. En mi casa ya han caído (con dengue) mi esposa y mi hija”, dijo.
De forma paralela, las ambulancias recorrían los barrios con médicos y paramédicos que fueron desplegados con el propósito de captar casos de dengue y que los afectados reciban atención oportuna.
Hasta el barrio Ambrosio Villarroel llegó la médica Ericka Lijerón con el paramédico Daniel Rodas, quienes hasta cerca del mediodía ya habían atendido a unas diez personas sospechosas de dengue. Con 38 grados de fiebre, Nazareth Miranda, de 5 años, fue una de las pacientes que estaba con los síntomas de la enfermedad y fue llevada por su tía Maribel Roca hasta el punto móvil de atención médica. Roca informó que en su casa ya enfermaron de dengue cuatro personas: ella, su esposo y sus dos hijos.
Luego de revisar a la niña, la doctora Lijerón le dio su medicación y le pidió a su tía estar atenta a si aparecen los signos de alarma para que la lleve con prontitud hasta el centro de salud más cercano. Estos incluyen sangrado por las encías y la nariz, deposiciones negras y dolor abdominal intenso, que son señales de complicación del cuadro hacia un dengue grave, le explicó.
Trabajo conjunto
Esta es la primera vez que se unen los tres niveles de Gobierno en una cruzada para frenar la epidemia de dengue en Santa Cruz, lo que fue destacado por las autoridades, que también anunciaron que continuarán impulsando tareas conjuntas contra el mosquito Aedes aegypti.
“La lucha contra el dengue exige que se realice un trabajo coordinado y organizado con todas las instancias”, señaló el ministro de Salud.
El alcalde de la ciudad también destacó la labor coordinada y dijo que las tareas no terminan con la minga, sino que se continuarán haciendo un rastrillaje en las zonas donde no se logró cubrir el 100% de las viviendas. Se hará lo que técnicamente se denomina consolidación de la campaña.
Los casos acumulados de dengue en Bolivia llegan a 5.549 y el total de fallecidos alcanza a 18 personas, 12 en la región cruceña.
El departamento de Santa Cruz es el que mayor cantidad de casos presenta, con 4.106 confirmados. Le siguen Beni con 770, Tarija con 309, La Paz con 142, Chuquisaca con 113, Pando con 55 y Cochabamba con 54.