Los bajos niveles de las Reservas Internacionales Netas (RIN), la reducción de las exportaciones de gas natural, los compromisos que debe cumplir el Estado y hasta la baja calidad del empleo son factores que, según economistas consultados por EL DEBER, demuestran que el modelo económico —que desde 2006 rige en Bolivia— está tocando fondo al priorizar el gasto. Pero el Gobierno lo descarta y sostiene que el sistema instaurado con la llegada del expresidente Evo Morales y seguido por la administración de Luis Arce Catacora, es exitoso. Es más, dicen que ha reconstruido una economía que se vino abajo durante la gestión de Jeanine Áñez, que tuvo que administrar el país durante la pandemia del coronavirus.
Pero ¿cuáles son los argumentos para sostener que el Modelo Económico Social Comunitario Productivo está agotado que lleva adelante el Movimiento Al Socialismo (MAS) está fallando?
La respuesta está, según los especialistas, en los propios datos que el régimen del MAS tiene a mano. Uno de ellos, y el más preocupante, es la reducción de las Reservas Internacionales Netas (RIN) desde 2014.
Las cifras del Banco Central de Bolivia (BCB) muestran que las RIN bajaron de $us 15.123 millones en 2014 a $us 3.796 millones en 2022; es decir, -75%. No es el único dato que preocupa, si bien en enero de este año las RIN subieron a $us 3.872 millones, solo $us 620 millones están en divisas.
Estos recursos, son los usados para cubrir las importaciones, la demanda de dólares de los bancos y el pago de deuda. En su pico más alto (2014) las RIN en efectivo llegaron un 89,2% del total acumulado ese año.
¿Pero a dónde se fueron a parar tantos recursos? Para responder esa interrogante, EL DEBER revisó los informes de Administración de las Reservas Internacionales desde 2014 hasta 2021 y verificó que la mayor parte de estos recursos se usaron para cubrir el subsidio a los combustibles que realiza el Estado desde hace ya varios años.
Por ejemplo, en 2014, cuando el país exportó $us 6.113 millones de gas, de las RIN se usaron $us 2.469 millones, para cubrir los pagos que realizó YPFB. En 2022, otros $us 1.731 millones, de las RIN se usaron para el subsidio del combustible.
Recientemente la viceministra de Pensiones y Servicios Financieros, Ivette Espinoza, explicó que entre 2020 y 2022, las RIN disminuyeron en $us 1.379 millones por factores como el mantenimiento de la subvención a los hidrocarburos y la compra de vacunas y de pruebas anticovid-19.
La autoridad recordó que el Estado mantiene la subvención a los hidrocarburos, como parte de las acciones destinadas a mantener una baja inflación.
Según la viceministra una parte de la subvención va al sector productivo, con fuerte presencia en Santa Cruz, para mantener los precios del mercado interno.
Otros gastos
Las RIN también se usan para pagar los compromisos que tiene el Estado con organismos financiadores. En el boom de los ingresos del Estado (en 2014) el pago de este servicio fue de $us 362,3 millones. Para el 2021 esta cifra creció a $us 829,1 millones.
En 2022, según datos del Presupuesto General del Estado (PGE), el país programó pagar un monto de $us 528,7 millones. Y para este año, el monto para cubrir esta obligación es de $us 608,6 millones, según el Ministerio de Economía.
De acuerdo con esa cartera de Estado, la deuda externa de Bolivia llega al 46% del Producto Interno Bruto (PIB), lo que significa que “hay un manejo adecuado”.
“En términos de endeudamiento, Bolivia tiene en deuda pública total un 46%, está en los niveles de endeudamiento público total más bajo. Hay países como Ecuador, Colombia, Israel, Uruguay, Costa Rica, Japón, Brasil, que superan el 70%. Por lo tanto, decir que Bolivia es una de las economías más endeudadas del mundo y que su endeudamiento es irresponsable, no es cierto”, dijo el ministro de comía Marcelo Montenegro, según reporte de la agencia ABI.
De acuerdo el BCB, la deuda Externa hasta junio de 2022 llegó a $us 12.664,4 millones.
Análisis
El exdirector de BCB, José Gabriel Espinoza, señaló que desde 2016 el país experimenta un agotamiento de sus ingresos, en especial los que provienen de la venta de gas natural, factor que dificulta cumplir con sus gastos. “Empezamos a consumir las reservas, no solo las del BCB, sino el flujo de caja de YPFB, las propias cuentas del Gobierno Central en saldos que no se ejecutaron porque había ingresos”, dijo.
La anterior semana, hubo problemas de abastecimiento de combustible en Santa Cruz, según los transportistas, que llevan y traen el combustible, la estatal no pagó a sus proveedores. Desde la estatal negaron este hecho y culparon a los rumores, esa sensación de escasez.
Siguiendo con su análisis, Espinoza dijo que el Estado tiende a quedarse sin reservas y por eso comenzó a capturar recursos de otras fuentes, como las remesas y los dólares del sector exportador.
Hace poco, el BCB se lanzó al mercado de divisas por dos vías; primero ofreciendo el Bono Remesa dirigido a las personas que reciben dinero del exterior. El BCB incluso ofreció tasas más altas que los bancos.
La segunda es a través del sector exportado privado, ofreciendo pagar Bs 6,95 por dólar a exportadores, Bs 0,09 centavos más que el cambio oficial, y, con esto, recaudar unos $us 1.000 millones.
Para el economista Germán Molina, el BCB se ha vuelto una casa de cambios, al ofrecer el dólar a Bs 6,95, una forma implícita de mostrar que la moneda nacional se está depreciando. “Usan la banda de 10 puntos que fue instituida en la época neoliberal, porque necesitan dólares”, dijo y afirmó que estas medidas son una señal de que el modelo económico del MAS ya no es sostenible.
El especialista en finanzas, Jaime Dunn, indicó que lo positivo es que el Estado está reconociendo que hay problemas y han tomado estas medidas, que para él son muy paliativas y de poco impacto. “Excepto esto de comprar dólares a los exportadores, es la medida más importante. Pero creo que se deben de tomar medidas más agresivas”, señaló.
Para él, las decisiones deberían apuntar a la causa del problema de fondo: el gasto que a su criterio debe ser reducido. “Pero el problema es que siguen gastando como en bonanza”, dijo.
El 5 de febrero, el ministro de Desarrollo Productivo, Néstor
Huanca informó que en dos años en la administración de Arce se invirtieron Bs 3.452 millones en 33 plantas estatales. Es más, anunció que este año se destinará Bs 2.547 millones para proyectos de industrialización en 2023.
El economista, Gonzalo Chávez sostuvo que esta situación refleja el agotamiento estructural del modelo primario exportador que, para él, “está comenzando a hacer aguas por varias partes”.
“En el Gobierno de Evo Morales, donde Arce era el ministro, gastaron ineficientemente $us 8.625 millones de las RIN, después Áñez viene y gasta otros $us 1.500 millones y Arce otros $us 1.500 millones”, explicó.
Para el académico todo se complicó porque el modelo está centrado en las exportaciones de gas, que en 2014 llegaban a más de $us 6.600 millones y que ahora bajaron a casi un tercio.
A estos problemas, Chávez suma el desempleo, que, si bien los indicadores oficiales dicen que bajó, no refleja la precariedad laboral que hay en el país, donde un 80% del trabajo se genera en el sector informal.
Se buscó la versión del ministro de Economía, ante las observaciones de analistas y expertoa sobre el modelo económico y los problemas urgentes a resolver, pero no fue posible tener una respuesta.
Pero el 24 de enero, según reporte de ABI, Montenegro afirmó que este año el país seguirá en el camino del crecimiento económico y estabilidad de precios.
Dijo que el Programa Fiscal Financiero 2023 establece un crecimiento del Producto Interno Bruto del 4,86% y una tasa de inflación del 3,28%. “Habrá crecimiento económico y eso también se va a reflejar en ingresos, demanda interna y también generación de empleos”, aseguró.