La capacidad para la generación de energías renovables incrementará dos mil 400 gigawatts (GW) para 2027, es decir un crecimiento de 85 por ciento en comparación con los cinco años previos, lo que representaría 30 por ciento más de lo que se preveía hace un año.
En este sentido, la IEA detalló que el año pasado los sistemas energéticos tuvieron desafíos en múltiples regiones, debido a eventos climáticos extremos, como las olas de calor o sequías, que pusieron a prueba al suministro en naciones como India o China.
En Europa, una sequía no vista en 500 años, generó una baja producción de energía hidroeléctrica, lo que aumentó la presión sobre la capacidad de generación.
Por su parte, las tormentas de invierno que azotaron Estados Unidos generaron apagones generalizados.
La combinación de eventos climáticos extremos urgen a incrementar la flexibilidad del sistema eléctrico y mejorar la seguridad del suministro eléctrico para afrontar mejor las contingencias meteorológicas, dice el organismo que dirige Fatih Birol.
¿Salto atrás?
El año pasado también estuvo marcado por un incremento en los precios de los combustibles fósiles, después de la invasión rusa a Ucrania, lo que agravó el suministro, principalmente de gas natural. Esto provocó una ola de cambio a un combustible más asequible, el carbón, para generar energía.
El organismo internacional señaló que el año pasado la generación con carbón tuvo un incremento anual de 1.5 por ciento, pero la mayor parte de los incrementos se concentró en la región de Asia Pacífico.
La generación a carbón también aumentó significativamente en la Unión Europea en medio de la baja producción hidroeléctrica y nuclear.
“Sin embargo, es probable que 2022 sea una excepción y se pronostica que la generación mundial con carbón se estancará en 2023-2025, ya que la mayor producción en la región de Asia Pacífico se ve compensada por descensos en Europa y América”, dice el organismo internacional.
Al revisar las cifras de las energías bajas en carbono (renovables y nuclear), estas tuvieron tendencias divergentes el año pasado: las renovables aumentaron 5.7 por ciento anual, y la zona de Asia Pacífico representó más de la mitad del crecimiento mundial, seguida por América.
En sentido contrario, la producción nuclear se contrajo 4.3 por ciento, debido a las interrupciones de mantenimiento en varias plantas francesas, el desmantelamiento de unidades en Alemania y Bélgica y la reducción de la producción en Ucrania.
Pese a todo este panorama, la Agencia Internacional de Energía señaló que la perspectiva para el periodo 2023-2025 apunta a que la generación de energía renovable aumentará más que todas las demás fuentes combinadas, con un crecimiento anualizado superior a nueve por ciento.
“Las energías renovables representarán más de un tercio de la combinación de generación global para 2025. Esta tendencia está respaldada por las promesas de los gobiernos internacionales de aumentar el gasto en energías renovables como parte de los planes de recuperación económica, como la Ley de Reducción de la Inflación en los Estados Unidos”, pronostica la agencia.
Por su parte, la generación nuclear tendrá un crecimiento anual promedio de 3.6 por ciento en ese mismo lapso, debido a un incremento en la zona de Asia Pacífico, además de que las plantas francesas volverán a la normalidad
“Como resultado, se espera que las fuentes de generación bajas en carbono (energías renovables y nucleares juntas) satisfagan en promedio más de 90 por ciento de la demanda adicional de electricidad durante los próximos tres años, a menos que la evolución de la economía mundial y los fenómenos meteorológicos cambien las tendencias en electricidad. demanda y generación a base de combustibles fósiles”, destaca.