No poder cumplir con los pagos que debe la estatal Empresa Metalúrgica Vinto con Huanuni y Colquiri, la lentitud para refundar la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) y lo cruces en el debate del proyecto de Ley de Oro, son los detonantes para que los mineros cuestionen la gestión de Ramiro Villavicencio, ministro de Minería y Metalurgia y pidan su renuncia.
Así lo explicó Mario Argollo, secretario General del Sindicato Mixto de Trabajadores Mineros de Huanuni, en declaraciones a Radio Horizontes de Huanuni, en donde indicó que la deuda acumulada de Vinto ahora es de $us 40 millones, lo que provoca el malestar entre los cooperativistas.
Otra de las observaciones proviene del expresidente de la Federación de Cooperativas Mineras (Fecomin), Octavio Ramos, que al tiempo de aclarar que no han solicitado la destitución de Villavicencio, pero tienen críticas.
Considera que la falta de gestión en diferentes temas hizo que los trabajadores mineros pierdan confianza en su ministro.
El lunes, fuentes del Gobierno indicaron que Villavicencio había renunciado el viernes, pero ayer en un comunicado del Ministerio de Minería se informó que seguía desempeñando sus funciones y que su salida o continuidad era un tema privativo del presidente.
Contratos desfavorables
El 4 de marzo, el gerente de la Empresa Metalúrgica Vinto, Fausto Véliz, justificó la denuncia millonaria que tiene esta compañía estatal con las empresas Colquiri y Huanuni por la suscripción de contratos desfavorables para el Estado firmados bajo presión.
“Es momento de contratos justos, es hora de ordenar la situación para Vinto. Estuvimos así (con contratos desfavorables) desde noviembre de 2020 hasta fines de 2022”, manifestó Véliz en conferencia de prensa.
En días pasados, miembros de Huanuni y Colquiri bloquearon el centro de La Paz para exigir el pago de una deuda que ascendería a los $us 130 millones por la entrega de concentrados a la fundidora Vinto, dependiente del Estado. Por el retraso de los pagos exigieron, además, la renuncia del ministro de Minería, Ramiro Villavicencio.
Véliz dijo que se ha ido pagando las deudas de a poco, pero que necesitan producir más para cumplir con el pago total, y no sólo eso, sino también modificar los contratos.
Estos contratos, que deberían cargar un monto de 900 dólares por tonelada refinada, sólo cargaban 328 dólares, lo cual iba en desmedro de la economía de la empresa Vinto. Estos se firmaron “bajo presión” en gestiones pasadas, explicó Véliz.