El presidente Luis Arce promulgó recientemente dos decretos que apuntan a evitar que los carburantes se desvíen a actividades ilícitas y se orienten a los sectores productivos. El gerente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, explica por qué este subsidio es importante.
El Gobierno nacional aprobó y promulgó los Decretos Supremos 4910 y 4911. Estas normativas tienen como objetivo evitar que alrededor de 250 millones de litros de combustibles por año se desvíen a actividades ilícitas. Así, los sectores productivos como el agro, la minería y el transporte podrán adquirir mayores volúmenes de carburantes a precio nacional y ayudando a que el Estado ahorre en la subvención.
Para ayudar a aliviar el costo del subsidio a los carburantes, el gobierno del presidente Arce impulsa dos líneas de acción. Por un lado, busca evitar la salida al exterior de los mismos que se da a través del contrabando. Por otro, están en marcha importantes inversiones para la generación de biocombustibles. Esto último es también parte de la macro política de apoyar la producción nacional con sustitución de importaciones.
El gerente del IBCE se refirió al subsidio a los combustibles en el país. “La subvención tiene una importancia vital para la estabilidad en el país, no solo la económica sino, también, la estabilidad política y social a la luz de los sucesos de diciembre de 2010, cuando se intentó subir el precio del diésel y la gasolina, y la gente salió a las calles a reclamar al Gobierno por el efecto inflacionario”, afirmó.
Es evidente que un alza de los combustibles afectaría directamente los precios de los diversos productos y servicios. Según datos del INE, en Bolivia el sector transporte es el que presenta, por mucho, el mayor consumo de combustible. Le siguen la actividad industrial, residencial, el agro y la minería.
“El sector agropecuario y agroindustrial no es el principal consumidor de combustibles líquidos, ya que el transporte público y de carga lo superan. Si bien es probable que una subida de su precio podría incidir sobre el costo de la producción de alimentos tanto para el mercado interno, como para la exportación”, sostiene Rodríguez.
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El ejecutivo precisa que “la dosificación de la venta ocasiona problemas al agro, especialmente en momentos como el actual, cuando se da la gran cosecha de soya; pero, además, inmediatamente después, también a la siembra de granos en función de la campaña de invierno. Esto puede afectar la normal actividad del sector, mucho más si su precio sube por la especulación”.
El vocero presidencial, Jorge Richter, dijo que “se están tomando las medidas necesarias para mantener la estabilidad de precios. Como dijo el presidente (Luis Arce), no se van a retirar las subvenciones a los hidrocarburos porque ese es el camino a la inflación, a devastar el ingreso de los bolivianos, la capacidad adquisitiva y el camino al empobrecimiento”.
En ese sentido, el vocero explicó que el Ejecutivo, a través del Ministerio de Hidrocarburos y Energías, desarrolla una estrategia para producir diésel ecológico mediante dos plantas de biodiésel y una de HVO (aceite vegetal hidrotratado, por su sigla en inglés). “Eso es producir nuestros propios carburantes para luego, la asignación de recursos que se tienen de esa área, se puedan redireccionar a otros espacios“, indicó.
El Gobierno nacional lanzó este mes la Política Nacional de Control y Lucha Contra el Contrabando de Combustibles que busca reducir el impacto de la