El aparente progreso que ofrece la minería destruye la vida y el medio ambiente debido al uso desmedido del mercurio, por lo que las comunidades y el entorno natural sufren las consecuencias negativas, advirtió el monseñor Eugenio Coter, desde la parroquia de Rurrenabaque, donde se realiza el Pre-Foro Social Panamazónico (Fospa).
El Obispo del Vicariato Apostólico de Pando y representante de los Obispos Amazónicos en la presidencia de la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA) se refirió a los problemas de contaminación ambiental que la actividad minera acarrea, además advirtió sobre la presencia de mercurio en los análisis de la gente que vive a lo largo del río, como una señal de alerta: “Problemas que tocan el ambiente donde vivimos en manera seria, toca nuestra salud y toca la salud de los niños”.
La autoridad eclesial señaló que esta situación se puede cambiar si tomamos conciencia como sociedad en general. La iglesia, como institución, también se une a este llamado a tomar conciencia de la situación y a actuar en consecuencia.
¿CÓMO PODEMOS HACER FRENTE A
LA DEPREDACIÓN DE LA AMAZONÍA?
“Los Cristianos estamos llamados a ser levadura”, recordó el obispo refiriéndose a la parábola de la levadura del Evangelio de Mateo 13, 24-43, en el que se plantea cómo la levadura fermenta la masa y la hace grande.
El obispo exhortó a ser agentes de cambio en este mundo, asegurando que no hace falta ser empresarios o grandes políticos, “si sabemos estar dentro de esta situación con espíritu que busca el bien común”.
“Cuando yo contamino un río, cuando yo contamino la alimentación de la gente, no soy una persona que vive de amor; cuando yo hago mal mi trabajo, arruino la vida de los que dependerán de mi trabajo, no soy una persona que ama a los demás”, afirmó el obispo, alentando el respeto al medio ambiente y la búsqueda del bienestar colectivo, como verdadero progreso.
EL CRISTIANO DEBE SER LEVADURA EN LA SOCIEDAD
El monseñor Eugenio Coter invita a los cristianos a ser levadura, pensar en el bien común, reconocer que estamos dentro de los desafíos sociales, “empezamos a ayudar a que los políticos y los administradores públicos con los cuales nos relacionamos, les pedimos que sean distintos”, dijo.
El obispo pidió tomar conciencia de la búsqueda del bien común y dejar de pensar en la ganancia personal que destruye el entorno y la familia, dejando un entrono corrompido para las nuevas generaciones.
Desde las reflexiones del FOSPA y las parábolas del Evangelio, el obispo llamó a construir el bien de todos, tomando los valores verdaderos que la fe nos invita a vivir: “No puedo decir que soy cristiano si no cuido del amor, justicia y bien común, si no cuido del ambiente donde vivimos”, señaló el obispo, reiterando el pedido para buscar amor, justicia y el bien común, “para que podamos vivir nuestra fe como levadura en nuestra sociedad”.
IMPACTOS DEL MERCURIO
Un reciente dossier hemerográfico del Centro de Documentación e Información Bolivia (Cedib), sostiene que el mercurio tiene impactos preocupantes tanto en la salud humana como en los ecosistemas naturales. En cuanto a la salud humana, puede causar problemas y dolores estomacales, dificultades de aprendizaje en los niños y otros efectos adversos.
Además, el consumo de peces contaminados con mercurio representa un riesgo, ya que se acumula en sus tejidos y puede ser tóxico para quienes los consumen. A corto plazo, la inhalación de vapores de mercurio provoca problemas respiratorios, dolores de cabeza, náuseas y vómitos. A largo plazo, la exposición puede causar daño renal, neurológico y cardiovascular, así como problemas de desarrollo en niños y fetos. También se ha relacionado con enfermedades como el Alzheimer y el Parkinson.
El mercurio también contamina suelos y cuerpos de agua, causando daños irreversibles en la flora y fauna. Es importante tomar medidas para evitar la exposición al mercurio y buscar alternativas menos tóxicas en su uso. En el contexto de la minería aurífera, se han propuesto sustituir el uso de mercurio por otras sustancias o técnicas que sean menos dañinas para el medioambiente y la salud. Sin embargo, es importante tener en cuenta que este reemplazo no será a corto plazo.
ACCIONES Y RECOMENDACIONES
Hay varias organizaciones que han abordado el tema de las enfermedades provocadas por mercurio en Bolivia. Una de ellas es el programa Mi Salud, que ha desplegado a 120 médicos en 20 municipios en Beni, Pando y La Paz para hacer vigilancia epidemiológica de posibles efectos de personas intoxicadas con mercurio. Además, se ha conformado la Red Nacional de Toxicología de Bolivia (Retoxbol) con médicos especialistas, con los cuales se busca intervenir en los municipios con riesgo de exposición al mercurio.
También se menciona que el responsable del programa de Gestión Ambiental anunció que se irá especialmente a la comunidad Esse Ejja para atender con médicos especialistas, ya que su fuente de proteína es el pescado que es afectado por el mercurio de la actividad minera. Además, se han conocido los resultados preliminares de un monitoreo realizado por la Universidad de Cartagena de Colombia y el CEDIB en comunidades de la Amazonía de Bolivia, los cuales dan cuenta de concentraciones de mercurio superiores a las que son aceptadas internacionalmente para la protección de la salud humana.
Según el informe de la Defensoría del Pueblo, se han hecho recomendaciones a varias entidades gubernamentales, incluyendo la Asamblea Legislativa Plurinacional, los Ministerios de Medio Ambiente y Agua, Presidencia, Economía y Finanzas Públicas, Planificación del Desarrollo, Desarrollo Productivo y Economía Plural, Minería y Metalurgia, Salud, Obras Públicas, Servicios y Vivienda, y Trabajo, Empleo y Previsión Social. Además, se ha creado la Red Nacional de Toxicología de Bolivia (Retoxbol) con médicos especialistas para intervenir en los municipios con riesgo de exposición al mercurio. También se ha desplegado a 120 médicos del programa Mi Salud en 20 municipios en Beni, Pando y La Paz para hacer vigilancia epidemiológica de posibles efectos de personas intoxicadas con mercurio.