Racionalidad económica y cambio energético

El calentamiento global es una realidad, la evidencia es contundente. El mundo acaba de registrar su mes más cálido desde que hay mediciones al respecto. Así, el tránsito a fuentes de energía que no emitan gases de carbono a la atmósfera no solo está ocurriendo, sino que debe acelerarse para mitigar riesgos. Con todo, ese camino es también fuente de nuevas oportunidades de negocio. Existe una enorme danza de millones detrás del cambio energético.

Julio fue el mes más cálido registrado en el planeta, superando el récord mundial de temperatura promedio mensual establecido en julio de 2019. Según los datos del Servicio de Cambio Climático Copernicus, una agencia científica financiada por la Unión Europea, el calor cubrió América del Norte, Asia y Europa. A la vez, voraces incendios forestales ardían en Grecia y Canadá, afectando las economías. En todas partes del mundo, en mayor o menor grado, se padecen las consecuencias del calentamiento global.

Cambio energético

Estas son las razones por las cuales la humanidad se está embarcando, con diferentes velocidades, en el camino de la transformación energética. La Agencia Internacional de Energía (AIE) tiene trazado el camino para llegar al cero neto de emisiones de carbono hasta 2050. Llegar a ese punto demandará voluntad política de los países, pero fundamentalmente recursos.

Si bien la inversión mundial en tecnologías de transición energética alcanzó un nuevo récord de $us 1,3 billones en 2022 (siendo un billón un uno seguido de doce ceros), las inversiones anuales deben cuadruplicarse con creces a más de $us 5 billones para mantenerse en el camino de la AIE. Para 2030, las inversiones acumuladas deben ascender a $us 44 billones, con tecnologías de transición que representan el 80% del total, o $us 35 billones, priorizando la eficiencia, la electrificación, la expansión de la red y la flexibilidad, según los datos de la Agencia Internacional para la Energía Renovable (Irena).

La transición energética implica la adopción generalizada de tecnologías de energía renovable como la solar, eólica, hidráulica, geotérmica y de biomasa. Estas fuentes ofrecen energía abundante y sostenible sin las emisiones de carbono asociadas. Los avances tecnológicos, las economías de escala y la caída de los costos han hecho que las energías renovables sean opciones cada vez más competitivas y atractivas para la generación de energía.

El cambio promueve también la descentralización, permitiendo que las personas, comunidades y empresas generen su propia energía. Los sistemas de energía renovable distribuida, como los paneles solares en los techos y los parques eólicos locales, permiten a los consumidores de energía convertirse en prosumidores (productores-consumidores). Esta tendencia reduce la dependencia de las redes eléctricas centralizadas y fomenta la independencia energética y la resiliencia, como destaca el geofísico keniano Mnyika Mzumbi.

Datos

La transición energética se extiende más allá del sector eléctrico e incluye la electrificación del transporte. Los vehículos eléctricos (EV) se están volviendo más populares como alternativas a los vehículos tradicionales con motor de combustión interna, lo que reduce la dependencia de los combustibles fósiles y las emisiones de carbono. Esta tendencia requiere el desarrollo de una infraestructura de carga robusta y avances en las tecnologías de baterías.

La integración de fuentes de energía renovables intermitentes en la red requiere soluciones de almacenamiento de energía eficaces. Las baterías, el almacenamiento hidroeléctrico por bombeo y otras tecnologías emergentes ayudan a equilibrar la oferta y la demanda, mejoran la estabilidad de la red y permiten una mejor utilización de la energía renovable. Las redes inteligentes, equipadas con sensores avanzados y tecnologías digitales, optimizan la gestión de la energía, mejoran la eficiencia y respaldan la generación de energía descentralizada.

La transición energética está impulsada por una combinación de apoyo político y fuerzas del mercado. Los gobiernos de todo el mundo están implementando objetivos de energía renovable, brindando incentivos y promulgando marcos regulatorios para acelerar la transición. Además, la dinámica del mercado, incluida la caída de los costos de las energías renovables y la demanda de inversiones sostenibles por parte de los inversionistas, están impulsando el cambio hacia fuentes de energía más limpias.

La transición energética presenta importantes oportunidades económicas y un potencial de creación de empleo. El sector de las energías renovables se ha convertido en una importante fuente de empleo, ofreciendo una amplia gama de puestos de trabajo en fabricación, instalación, operación y mantenimiento. La transición también estimula la innovación, la investigación y el desarrollo, fomentando el crecimiento económico y la competitividad.

SourceLa Razón

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