Según Néstor Huanca, ministro de Desarrollo Productivo y Economía Plural, la estatal Empresa Azucarera San Buenaventura (EASBA), “tiene utilidad operativa positiva”, pues en 2022, alcanzó una utilidad de Bs 5 millones.
Huanca remarcó que EASBA registra un constante ascenso en la producción de caña, azúcar y alcohol desde que inició operaciones en 2018, mejorando sus ingresos en 110% y logrando utilidades operativas positivas.
“El año 2018 la empresa azucarera registró ingresos por 29,4 millones de bolivianos, o sea ya los primeros años de funcionamiento, llegando en la gestión 2022 a 61,1 millones de bolivianos de ingresos, por tanto, aquí podemos observar un incremento de más del 110 por ciento”, destacó la autoridad.
Creada por un decreto supremo en 2010, la empresa azucarera recibió un financiamiento de Bs 1.832 millones para su constitución y empezó a operar en agosto de 2018.
En su primera labor cosechó 2.208 hectáreas de caña de azúcar, procesó 143.516 toneladas de caña para producir 220.775 quintales de azúcar y 1.167.744 litros de alcohol.
Para 2022 las cifras fueron en ascenso: se procesaron 179.544 toneladas de caña, 310.292 quintales de azúcar y 1.447.568 litros de alcohol.
Huanca remarcó que los números muestran que la empresa estatal “tiene utilidad operativa positiva”, desvirtuando criterios de políticos opositores que, «basados en un informe que no existe de la Oficina Técnica para el Fortalecimiento de la Empresa Pública (OFEP), aseguraron que la empresa está en “quiebra técnica”.
Informe de la OFEP
El diputado de CC Alejandro Reyes precisó que una quiebra técnica significa más gastos que ingresos en una empresa y la estatal Empresa Azucarera San Buenaventura (EASBA) no cierra porque el Gobierno constantemente inyecta capital, lo que significa que funciona como un ministerio más.
Reyes indicó que en 2019, un informe de la OFEP, dependiente de Ministerio de la Presidencia, declaró en quiebra técnica a la EASBA y advirtió que no tiene capacidad de pago para cumplir con los contratos de préstamo que adquirió con el Banco Central de Bolivia (BCB).
De acuerdo al informe de la OFEP, la empresa estatal azucarera registró una caída en sus utilidades de Bs menos 40 millones en 2014 a menos 63 millones al 2018.
El análisis financiero que realizó la OFEP en 2019 alertó que la empresa experimentó un decrecimiento de sus ingresos a causa de pausas inesperadas por fallas en algunos equipos en la zafra, lo que ocasionó un bajo rendimiento industrial.
Desde 2014, las pérdidas contables de la empresa sumaron, hasta 2018, Bs 228,88 millones, teniendo en cuenta el valor del activo y el margen de su actividad económica; además, el documento alerta que la empresa “no podrá generar rendimiento”