El contrabando y el cambio climático azotan a vitivinícolas de Tarija

Tras cumplirse el décimo mes de la gestión 2023, la Asociación Nacional de Industriales Vitivinícolas (ANIV), reportan que este sector atraviesa una situación bastante compleja, primero porque el contrabando continúa, y segundo, por los efectos del cambio climático que se han acentuado más en el valle central de Tarija.

El gerente general de ANIV, Fernando Galarza, cuestionó el rol que juega el Gobierno y demás instituciones públicas en cuanto a la lucha contra el contrabando. Señaló que la muestra de esta fallida tarea es la presencia de productos argentinos en los principales centros de abasto de Tarija.

“Yo creo que no existe una lucha contra el contrabando, no hay, es solamente un discurso que nos cuenta el viceministro de Lucha contra el Contrabando, la Aduana Nacional, muestran algunos comisos, cuando en la práctica, basta con mirar los mercados o las tiendas y evidenciar que estamos inundados de contrabando”, afirmó.

Galarza dijo que puede haber algunas acciones que se estén ejecutando para “justificar” su trabajo en la lucha contra el contrabando, pero que no hay una lucha efectiva, ni una política clara dirigida a frenar este flagelo.

El titular de ANIV advirtió que en la presente gestión ha disminuido la producción vitivinícola, esto debido a la baja oferta de materia prima como lo es la uva. Recordó que a finales del 2022, se ha tenido fenómenos naturales adversos como heladas tardías, sequía y granizadas lo que ha influido en que la oferta de uva pueda si quiera igualar lo del 2021.

Asimismo, Galarza recordó que con la llegada de la pandemia, las bodegas han quedado con mucho producto estocado, el cual aún se ven limitados a poder mover los distintos lotes, esto debido a la competencia desleal con el contrabando, y la falta de condiciones para poder exportar vinos y singanis tarijeños al exterior.

Galarza explicó que para el sector vitivinícola tarijeño se le complica la exportación de sus productos, debido a que el costo de transporte en los países vecinos les resulta más baratos y los mercados externos son más abiertos para ellos.

“Pese a que nuestra calidad de vinos y singanis están a la altura de cualquiera de otros productos que se producen en el mundo, tenemos limitaciones en exportación. Bolivia no tiene acuerdos comerciales, queremos mandar a Estados Unidos pero no tenemos un acuerdo que nos permita llegar en condiciones convenientes, no tenemos un acuerdo comercial con la Unión Europea, no tenemos acuerdo con Asia, si revisamos la situación de Chile y el Mercosur todos tienen acuerdos, tratados de libre comercio, acuerdos de complementación económica, y una serie de herramientas que les facilita este proceso”, afirmó.

SourceEl País

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