El sector ganadero en el departamento del Beni viene siendo afectado por la sequía y los incendios que van consumiendo las pasturas y dejando sin alimentos a los rumiantes que pierden calidad nutricional por falta de forraje y aumenta la amenaza la provisión de carne en los mercados de La Paz y Santa Cruz.
“La situación en el Beni está muy fea, los últimos meses ya nos hemos sentido muy azotados; primero por la sequía y ahora por los incendios y las quemas nos están cancelando el poco pasto que había”, dijo a ANF Marco Viracocha, productor ganadero de San Borja.
Indicó que los incendios ya casi se han extendido donde los productores tienen la mayor parte de los pastizales, por lo que “prácticamente la gente está pidiendo auxilio”.
El también médico veterinario indicó que, si “de aquí a un mes no nos acompaña la lluvia, yo creo que la ganadería se va ir desmoronando cada vez más”.
Viracocha explicó que esta situación es muy preocupante debido a que el porcentaje de carga proteínica de los pastos se está reduciendo por estos fenómenos.
“Cada pasto tiene su carga proteínica, hay pastos naturales y pastos introducidos, los pastos naturales tienen una carga de 4 hasta 5 por ciento en proteína y los pastos introducidos son de 5 hasta 22 por ciento en proteína, entonces esto significa que la sequía prácticamente ha marchitado los pastos naturales y lo que era del 1 al 5 por ciento solo está produciendo al 0,5 por ciento de proteína”, señaló el especialista.
Sobre los pastos introducidos explicó que del 15 al 16 por ciento de aporte de proteína, de acuerdo a la pastura, se ha reducido entre un 4 a 6 por ciento, lo que quiere decir que “los ganados se están chiflando cada vez más, o sea, al chiflarse el ganado ya no tiene la misma potencia, ese ganado que ganaba hablando genéticamente de 800 a 1.200 gramos por día, ahora solo está ganando 150 a 250 gramos, a lo mucho, exagerando”, apuntó.