‘Lucho’ defiende su modelo económico que “está agotado”, según analistas

La economía como el eje de su discurso. Así planteo, el presidente Luis Arce o como le dicen sus seguidores ‘Lucho’, el mensaje que dio a la población por el tercer aniversario de su gestión.

De entrada hizo referencia a la situación internacional, a la crisis generada por la pandemia, la guerra en Ucrania y la violencia en Israel y Palestina.

Eso le permitió argumentar que en la actualidad hay una crisis “multidimensional y paradigmática”, de la que Bolivia no es ajena.

“Las guerras de este último tiempo, están elevando los precios de las materias primas, petróleo, fertilizantes, alimentos, y otros. Estos factores externos, junto a la problemática interna y el sabotaje económico, afectan negativamente a nuestro crecimiento y a las normales actividades económicas en nuestro país, como pasó en el periodo de escasez de dólares, los problemas de abastecimiento de petróleo, que es importado, y la caída en la producción de hidrocarburos, que están siendo enfrentados y superados paulatinamente”, remarcó el jefe de Estado.

Para inmediatamente sacar a relucir que, a pesar de este entramado negativo, en los 36 meses que lleva de gestión, la reconstrucción de la economía es un hecho.

¿La receta para lograr esto? El Modelo Económico Social Comunitario Productivo, “hecho por profesionales bolivianos, para los bolivianos, que nos continúa dando satisfacciones”.

Un modelo económico que para Arce permitió que el país crezca con redistribución de los ingresos, situación que permitió que el Índice de Gini llegó al 0.420 en 2021, “el más bajo de nuestra historia, al igual que la pobreza extrema se redujo a 11,1% en 2021, ratificando nuestra vocación de crecimiento con justicia social”.

El primer mandatario subrayó que el crecimiento promedio de Bolivia en los dos primeros años de su Gobierno, a pesar de la drástica caída de los ingresos por exportación de gas, fue del 4,8%, aspecto que permitió incrementar el Salario Mínimo Nacional en 2022 y 2023 en un 4% y 5%, respectivamente; “mantener controlada la inflación, que al mes de octubre alcanzó el 1,48%, la cifra más baja de la región y una de las más bajas del mundo; y una tasa de desocupación de 4%, la menor de América del Sur”.

Sin embargo, los analistas consultados precisaron que la actual coyuntura económica está alejada de la abundancia y certidumbre de los primeros años de Gobierno del MAS, por lo que el vigente modelo económico es obsoleto y se encuentra agotado para poder responder de la mejor manera a los nuevos desafíos económicos.

José Gabriel Espinoza, analista económico, indicó que no hay sorpresa en el discurso de Arce y lamentó que no haya una autoevaluación más detallada y solo se trate de explicar la situación económica a partir de los eventos internacionales.

Espinoza remarcó que Arce sigue insistiendo en una visión estatista y extractivista de la economía, “ese es un modelo agotado. En donde solo el Estado y los recursos naturales permitirán el crecimiento del país. Estas variables ya pueden seguir vigentes”, señaló el economista.

A su vez, el economista, Darío Monasterio, fue más concluyente e indicó que el actual modelo económico está agotado porque tiene 10 años consecutivos de déficit fiscal; se basaba en la explotación de los recursos naturales no renovables y la redistribución de sus excedentes a través del Estado empresario, el mercado interno, los bonos y la informalidad.

“Los excedentes ya no están más: ni el precio (alto) ni la cantidad (producción). Entonces no hay que redistribuir, ni como subvencionar empresas estatales. No reconocer errores ni enmendar el camino, es más bien un autosabotaje”, concluyó Monasterio.

Industrialización

Arce apuesta todo al litio al anunciar que ya están comprometidos más de $us 2.800 millones para producir 100 mil toneladas de carbonato de litio año, son recursos que empresas chinas y rusas harían para desarrollar esta industria estratégica.

Pero, para Monasterio la apuesta, que realiza el Gobierno, por el litio tiene un largo proceso en una carrera de largo plazo (10 años) “en la que ya hemos salido tarde con respecto a nuestros competidores (Argentina y Chile)”, puntualizó el economista, que se mostró cauto en este proyecto de industrialización.

SourceEl Deber

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