El Gobierno prevé para mayo de este año la inauguración de la primera planta de biodiesel FAME I (biocombustible elaborado a través de la transesterificación de aceites vegetales) que se emplaza en el departamento de Santa Cruz, con lo cual se proyecta una disminución en la importación de diésel y un ahorro de $us 100 millones por año.
El ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, informó además que la segunda planta, FAME II, que se levanta en la ciudad de El Alto, en La Paz, estará culminada en el tercer trimestre de este año y también se prevé un ahorro de $us 100 millones.
“Este año 2024 la planta de biodiesel de Santa Cruz se inaugura en mayo de esta gestión y nos va ahorrar 100 millones de dólares y la otra planta que va a estar por agosto, septiembre, también nos va ahorrar 100 millones de dólares”, manifestó la autoridad en entrevista con Bolivia Tv.
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) construye en predios de la Refinería Guillermo Elder Bell, en Santa Cruz, la Planta de Biodiésel con una inversión de $us 40 millones y una producción de 1.500 barriles por día (237.000 litros día) lo que hace unos 86 millones de litros anuales.
Factoría
A eso se suma la construcción de la Planta de Diésel Renovable HVO (de vegetal hidrotratado) que producirá 9.000 barriles por día (unos 1,42 millones de litros) y se emplazará en el departamento de Santa Cruz.
“Esta planta de HVO, que es la más grande, nos va ahorrar como una cosa de 46 millones de dólares”, manifestó.
Montenegro lamentó que algunos políticos de oposición afirmen en sus redes sociales que Bolivia dejará de importar diésel. Aclaró que se reducirá el gasto que se destina a la importación de ese combustible.
Hasta noviembre, la importación de combustibles (diésel oíl y gasolina) y la logística que conlleva ese proceso, superó los $us 3.000 millones erogados por el Estado boliviano, informó el ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina, el 12 de diciembre.
La Razón publicó el 28 de noviembre que, al tercer trimestre del año pasado, Bolivia importó combustibles por un valor de $us 2.059,3 millones: $us 723,9 millones en gasolina y $us 1.335,3 millones en diésel, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).