La Gobernación del departamento de Tarija cerró la gestión 2023 con un 15 por ciento menos de recursos de regalías que inicialmente preveía en el techo presupuestario, lo que significa unos 80 millones de bolivianos que no han ingresado al Gobierno departamental. El gobernador, Oscar Montes, estima que este 2024 la situación será similar.
Este bajón de recursos ha preocupado a las autoridades departamentales, quienes advierten que si no hay un cambio o reacción del Gobierno nacional y de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), que atraiga inversiones extranjeras, la crisis económica se acentuará más en las regiones productoras de gas.
El director de Hidrocarburos de la Gobernación, Freddy Castrillo, recordó que Bolivia perderá un mercado importante, el de Argentina. Y aunque el Gobierno ha indicado que ese gas ahora lo venderá a Brasil, Castrillo recalcó que igual habrá perjuicios, porque paga menos.
“Argentina llegó a pagar hasta 9 dólares el millar de BTU (Unidad Térmica Británica), mientras que Brasil 6 dólares. Entonces, hay una diferencia de precio que va a afectar a los ingresos que percibirá el país en su conjunto y por ende los departamentos productores, como Tarija”, indicó, a tiempo de recalcar que ese panorama no se va a revertir si el Gobierno nacional no toma medidas.
En esa línea, conminó a las instituciones que administran recursos de la renta petrolera a presionar al Gobierno nacional y a la estatal petrolera para que asuman acciones ante esa emergencia.
“El Gobierno ha reconocido que nuestros campos se están agotando, que la actual Ley de Hidrocarburos ya no responde a la realidad, pero no se hace nada para revertir esa situación”, cuestionó.
El objetivo de ese cambio, dijo el Director de Hidrocarburos, debe apuntar a atraer inversiones extranjeras, pues, considera que YPFB no tiene los recursos para invertir en exploración y explotación de pozos que ayuden a cambiar la crisis de gas del país.
“Necesitamos inversiones, hay que adecuar el marco normativo para que los inversores retornen al país, las empresas que tienen capacidad para hacer exploración y para desarrollar campos. No hay otro camino”, indicó.
Según los cálculos que hizo la Gobernación de Tarija, cuando Bolivia deje de vender gas a Argentina, que será en julio de este año, la afectación será de unos 400 millones de bolivianos, que dejará de percibir el departamento.
Los recursos caen cada año
Según el Gobernador de Tarija, desde el 2016 los ingresos por renta petrolera han ido cayendo a un promedio de 15% por año.
“Eso es bastante significativo, es un sexto del presupuesto que cada año disminuye. Recordemos que el año 2014 hemos tenido un presupuesto que sólo la Gobernación de Tarija, sin contar lo del Chaco, recibía alrededor de 2.500 millones de bolivianos. Hoy estamos cinco veces menos de lo que se recibía en ese entonces”, ejemplificó.
Según un reporte de la Fundación Jubileo, el pico más alto de ingresos por renta hidrocarburífera que tuvo el país fue el año 2013, con 5.169 millones de dólares, mientras que el 2014 fue de 5.119millones de dólares. A partir del 2015 los ingresos fueron bajando, ese año fue de 3.444 millones, el 2016 de 1.666 millones, el 2017 de 1.765 millones, el 2018 de 2.250 millones, el 2019 fue de 1.899 millones, el 2020 de 1.579 millones, el 2021 fue de 1.577 y el 2022 el ingreso fue por 2.143 millones de bolivianos. Eso implica que los ingresos departamentales se han reducido a ese ritmo también.