Los médicos de todo el país iniciaron este martes un paro de 72 horas en rechazo al proyecto de ley 035, que a su entender impone la jubilación forzosa a los 65 años. Desde el Gobierno el viceministro de Pensiones, Franz Apaza, negó tal situación y afirmó que el trámite es voluntario.
“En realidad, lo que busca es incrementar las pensiones de jubilación, se están modificando los límites solidarios, de tal forma de que los jubilados y los futuros jubilados puedan recibir un incremento en las pensiones de hasta 1.000 bolivianos en función a los años de aporte que hayan realizado durante su vida laboral”, explicó Apaza en entrevista con la red Unitel.
El funcionario señaló que la edad de jubilación está establecida en el artículo 13 de la ley 065 vigente desde el año 2010. En esa línea lamentó la desinformación de algunos dirigentes.
“En Bolivia la edad de jubilación es a partir de los 58 años. Y en el caso de las mujeres, la edad de jubilación puede bajar hasta los 55 años, se les reduce un año por cada hijo vivo nacido”, explicó Apaza. Además se requiere un mínimo de 10 años de aporte de forma continua a o discontinua.
Agregó que el proyecto de ley establece la realización de un examen médico al cumplir 65 años a cargo del Instituto Nacional de Salud Ocupacional, para que en base a los resultados sea el propio trabajador quien decida, de forma voluntaria, si sigue en su fuente laboral o se acoge a la jubilación.
“En el país tenemos 17.800 jubilados que continúan trabajando. Eso demuestra que el ser jubilado no es un impedimento para el trabajo”, agregó Apaza.
Además dejó en claro que el proyecto de ley está en manos de los legisladores quienes pueden hacer modificaciones al mismo. La norma ya fue aprobada en una comisión de Diputados, pero aún no fue fue puesta en agenda para ser considerada en el pleno.
El funcionario insistió en que el proyecto tiene todo el sustento técnico y mencionó un dato de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que señala que cada año fallecen unas 2,4 millones de personas por enfermedades laborales, que no han sido detectadas ni tratadas de manera oportuna.