“La economía en Bolivia no está bien. Uno va a buscar dólares y no encuentra”, señaló el vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB), monseñor Ricardo Centellas, al ser consultado sobre la situación del país, durante una conferencia de prensa en Sucre.
“Lo más grave es que si uno ha ahorrado en dólares, que le devuelvan en bolivianos, esa es una estafa. El gobierno debe tener una realidad objetiva de lo que está pasando en Bolivia”, cuestionó Centellas. El religioso añadió que se pueden hacer muchas lecturas sobre la situación, pero los números no engañan y hay signos de que la economía no está estable.
El pronunciamiento de Centellas surge en una jornada en la que el empresario boliviano, Marcelo Claure, también señaló que el país está en una crisis económica gigantesca, con lo que retrucó así al presidente Luis Arce, quien admitió ciertas dificultades con el dólar, pero negó que Bolivia sufra una crisis económica sistemática.
Sectores del transporte pesado han anunciado un bloqueo nacional de caminos para el 3 y 4 de junio en protesta por la falta de dólares y la irregularidad en la provisión de combustibles, entre otros temas. Los gremiales también prevén un paro nacional con bloqueos el 10 de junio y otro grupo de comerciantes planea una marcha desde Patacamaya a La Paz un día después.
Desde el gobierno se denunció un intención sistemática de posicionar el discurso de la crisis. “Acá existe, claramente, ya el presidente (Luis Arce) lo ha denunciado -y ayer en el Gabinete Social lo hemos denunciado- una intención sistemática, coordinada, para que se instale un discurso de crisis económica cuando en el país lo que estamos logrando y estamos manteniendo es tener una franja de estabilidad con relación a los precios”, respondió Alcón.
“La inflación, la falta de dólares y de carburantes están iniciando la debacle del aparato productivo y generando indignación y angustia de la gente”, dijo hace unos días el expresidente Carlos Meas, al pedirle al actual mandatario, Luis Arce, que sea honesto y asuma la gravedad de la crisis.