“Decir que se acabó la era del gas es absolutamente falso”

“Decir que se acabó la era del gas, es absolutamente falso. Lo que necesitamos son mejores condiciones que permitan desarrollar la actividad, afirmó, enfáticamente, el ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina, en una entrevista que concedió este lunes a CORREO DEL SUR, en la que abordó varios temas, desde la situación actual de los combustibles hasta el referido al régimen de distribución de las ganancias, que actualmente es desfavorable para la inversión privada.

Para la autoridad, durante estas dos semanas de fuerte escasez especialmente de diésel ejecutaron un plan de contingencia para que las actividades económicas no se paralicen.

“Quiero mencionar que YPFB tiene a su cargo toda esta logística. Esperamos que esto no se vuelva a repetir”, dijo el titular del área.

Molina afirmó que este problema deja como tarea trabajar en una infraestructura más acorde a las necesidades del país. “Hoy por hoy el tema del combustible, el tema de la creciente demanda, tienen distintas explicaciones y puntos de foco y quiero, aquí, referirme a que durante mucho tiempo YPFB no hizo inversión en exploración y explotación. Eso, a su vez, tiene un efecto y lo ha tenido como demostración no solo el problema de una demanda creciente sino una compleja cadena de suministros”, remarcó.

Molina recordó que cuando asumió el cargo, en noviembre de 2020, encontró un sector sin exploración desde 2014, lo que tuvo que ser reencausado junto con YPFB y un año después se puso en marcha el Plan Upstream.

Fue entonces cuando YPFB pasó a ser protagonista e incorpora a su portafolio de proyectos alrededor de 20 áreas hidrocarburíferas.

Otro aspecto tiene que ver con la Ley 767 de promoción para la inversión en exploración y explotación hidrocarburífera de 2015, que “no logró los resultados esperados; más bien, nos generó problemas. Tuvimos que trabajar para reconfigurar el proceso de los reglamentos que incentivaban la producción. De hecho, en nuestra gestión es cuando recién se materializan estos pagos (…)”, subrayó.

Agregó que esta norma llevó a los campos petroleros a una “producción acelerada” y, por ende, a una curva de declinación a partir del 2018.

Molina dijo que como el sector tiene un período de inversiones de entre siete y diez años, “revertir esto (falta de exploración) de manera inmediata es prácticamente imposible”.

“EL GRAN CUELLO DE BOTELLA”

El “gran cuello de botella” en este proceso de reactivación es el marco regulatorio, que no está acorde a las necesidades del sector.

Por ejemplo, afirmó que algunos proyectos quedaron postergados e incluso abandonados porque las empresas no tienen el incentivo ni siquiera para incrementar el volumen de campos que están en producción.

“Frente a esa situación hemos tenido una amplia discusión que ha durado poco más de un año y medio con la gente del sector. Bajo esa lógica hemos venido trabajando, incluso generando escenarios que nos permitan analizar marcos acordes para los próximos años”, sostuvo el Ministro.

Molina cree que la posibilidad de revertir esta situación adversa está en atacar no solo la exploración, sino también la explotación de gas, petróleo y condensado.

PLAN UPSTREAM

El Plan Upstream identificó una cartera de 42 proyectos que están en fase de ejecución y entre los que presentan resultados destacan pozos descubridores en Chuquisaca, Tarija, Santa Cruz y, recientemente, en La Paz, con el Mayaya-X1.

“El Mayaya nos ha dado una sorpresa muy importantísima dentro de lo que significa la incorporación de nuevas reservas de gas. 1,7 TCF es el estimado que existe en esta área, pero eso podría incluso triplicarse; además, allí también hay líquidos”, remarcó el ministro Molina.

Asimismo, informó que YPFB aprobó recientemente un plan de desarrollo de este campo, que implica la perforación de tres pozos adicionales; de ellos, dos son delimitadores y exploratorios, y uno para identificar posibilidades de ampliación del área.

Para este trabajo, afirmó la autoridad, no solo se necesita la inversión de YPFB, sino también el concurso de otras empresas que estén interesadas en invertir en el país.

Molina aseguró que el pozo Mayaya-X1 abre una posibilidad enorme de oportunidades. Por eso, “cuando se menciona que se acabó la era del gas, creemos que eso es absolutamente falso. Lo que necesitamos son mejores condiciones que permitan desarrollar la actividad para que el país pueda seguir siendo productor de hidrocarburos”, enfatizó.

OBSTÁCULOS EN EL LEGISLATIVO

Por otro lado, Molina identificó “obstáculos” en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) en la aprobación de contratos petroleros.

“Tenemos un mecanismo demasiado burocrático. Los contratos tienen que ir dos veces a la Asamblea y eso es absurdo en términos de burocracia administrativa”, reclamó Molina al explicar que la ALP primero debe autorizar la firma de contrato y luego aprobar el documento.

Mencionó que en algunos casos recién hace unos días se firmaron contratos que fueron gestionados desde 2021.

Actualmente, la ley de contrato petrolero correspondiente al área Tita–Techi, ubicada en Santa Cruz, está siete meses en espera de tratamiento legislativo.

“(Este contrato) ha sido aprobado en la Cámara de Diputados y esperamos que el Senado, en algún momento, decida priorizarlo, porque son inversiones millonarias que requiere el país”, manifestó.

LEY DE HIDROCARBUROS

Asimismo, Molina anunció que el Ministerio ya tiene una propuesta de nueva Ley de Hidrocarburos y dijo que una vez cumplidos los conductos correspondientes harán llegan el documento a la ALP para su tratamiento y aprobación.

Consultado sobre qué podría mejorar en materia de inversión extranjera a partir de esta propuesta, la autoridad respondió que en primer lugar el mecanismo de incentivos.

“Lo que buscamos con esta propuesta es precisamente modificar ese régimen, modificar la posibilidad real de que los incentivos económicos para los proyectos que hoy se han identificado, por ejemplo, el proyecto Vitiacua (en Chuquisaca), que es un proyecto importante en términos exploratorios, tiene un gran potencial, estamos hablando de arriba de 2 TCF, geológicamente tiene un menor riesgo, pero la economía del proyecto hoy por hoy, bajo el régimen del 82% (para el Estado) – 18% (para la empresa) no funciona. No funciona porque el riesgo es mucho mayor. Eso es lo que hay que cambiar”, sostuvo.

El titular del área puntualizó que el nuevo régimen de distribución de recursos de la explotación de hidrocarburos, que actualmente es desfavorable para las empresas privadas, debe ir de acuerdo a las características técnicas y económicas de cada proyecto exploratorio.

“En función de eso hay que establecer un mecanismo que nos permita hacer una curva que sea rentable para la empresa, pero a la vez conveniente para el país. Eso es lo que hemos venido haciendo. En muchos casos, YPFB, junto al Ministerio, hemos trabajado en una cartera de proyectos donde cada uno tiene magnitudes diferentes, pero bajo las reglas actuales ni campos con grandes perspectivas exploratorias, ni campos que están en producción son viables”, manifestó.

El proyecto, además, comprende mecanismos que permitan a YPFB tener mayor facilidad de asociarse con otras empresas.

Para Molina, la situación actual de los hidrocarburos, que es negativa, “no será posible revertirla solo en el gobierno del presidente Lucho, es un proceso que hay que continuarlo probablemente durante dos administraciones gubernamentales más”, concluyó.

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