Entre 2021 y junio se importaron combustibles por $us 9.080 millones

En los últimos tres años y medio, Bolivia importó combustibles por un valor de $us 9.080 millones, lo que representa el 67% del total importado en los 16 años anteriores, según datos del Instituto Nacional de Estadística.

Entre 2005 y 2020, el país gastó $us 13.575 millones en la importación de combustibles y lubricantes. Sin embargo, a partir de 2021, durante el primer año del gobierno de Luis Arce, el valor de las importaciones comenzó a incrementarse significativamente.

El analista económico Joshua Bellott señaló que el crecimiento del parque automotor no ha sido proporcional al aumento en el valor de las importaciones de combustibles. Según el INE, en 2023, Bolivia alcanzó un parque automotor de 2.470.622 vehículos, un 360% más que en 2005. No obstante, la importación de combustibles creció un 1.146% en el mismo periodo.

Bellott explicó que este desbalance puede atribuirse al aumento de los precios internacionales del petróleo desde 2022, influenciado por la invasión de Rusia a Ucrania, y a la disminución de la producción de hidrocarburos líquidos en el país.

Se estima que las importaciones de combustibles en 2024 podrían alcanzar los $us 3.600 millones, elevando el total de los últimos cuatro años a $us 11.451 millones, lo que equivaldría al 84% de lo gastado en los 16 años anteriores.

Efraín Tinta, investigador de la Fundación Tierra, advirtió en la presentación del estudio “Biocombustibles: Falsas soluciones y riesgos para la seguridad alimentaria”, que este gasto desmesurado en apenas cuatro años ha resultado insostenible. Según Tinta, el impacto se refleja en la disminución de las reservas internacionales y en la actual escasez de divisas, lo que dificulta la provisión de combustibles.

YPFB informó que los costos de importación se han disparado. En 2021, el costo del metro cúbico de diésel en Arica era de $us 532, cifra que ascendió a $us 982 en 2022.

Además, el volumen de importación de combustibles también aumentó. En 2017, el 48% de la demanda de diésel se cubría con importaciones, mientras que en 2023 esta cifra ascendió al 86%. En cuanto a la gasolina, la dependencia de importaciones subió del 22% al 56% en el mismo período.

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