Brasil y Argentina han comenzado a explorar el potencial de sus reservas de gas natural, con el gasoducto Bolivia-Brasil (Gasbol) como eje central de sus operaciones. Edmar Almeida, profesor e investigador del Instituto de la Energía de Brasil, señaló que aunque aún no hay gas argentino fluyendo a Brasil a través de Bolivia, pero las negociaciones entre productores argentinos, transportistas y consumidores brasileños son prometedoras. “Estamos en las primeras etapas de este proceso, pero queda mucho por hacer antes de que se firmen todos los contratos,” destacó Almeida.
“Bolivia se encuentra en una posición estratégica para aprovechar las oportunidades que presenta el transporte de gas entre Argentina y Brasil”, dijo Almeida a tiempo de indicar que la clave está en maximizar la utilización del gasoducto, lo que podría reducir las tarifas de transporte de gas para el mercado doméstico boliviano.
Además, remarcó que existe la posibilidad de que Bolivia, a través de YPFB, compre gas en la frontera argentina y lo revenda en la frontera brasileña con un margen de ganancia. “Esta estrategia dependerá de cómo el gobierno boliviano decida manejar el acceso al transporte de gas,” explicó.
Por su lado, el exministro de Hidrocarburos y Director de Gas Energy Latin America, Álvaro Ríos, desde Perú, a través de un webinar organizado por Mercado Electrónico de Gas (MEG) S.A, indicó que “lo positivo es que no hay una intervención estatal”, por tanto, los productores argentinos negocian directamente con los usuarios en Brasil, y están analizando las alternativas de transporte. “Eso le da un ámbito de competitividad al gas natural”, apuntó.
Asimismo, indicó que en Bolivia se está trabajando en un borrador de Decreto Supremo para estructurar la normativa sobre la importación de gas. “Hasta ahora no contamos con una ley o legislación específica al respecto, debido a que, históricamente hemos sido exportadores. Se está revisando una norma que, probablemente, será compartida con las partes interesadas en mover el gas de Bolivia. Además, se están negociando algunas tarifas, y el tratado de integración de ALADI podría utilizarse como un marco de referencia”, dijo el experto en hidrocarburos y energía.
Del mismo modo, dijo que la estatal YPFB está trabajando arduamente junto a la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) sobre las tarifas, y que hay algunas que ya se tienen establecidas.
Sin duda, el gas de Vaca Muerta, una de las principales formaciones de gas no convencional de Argentina es una solución viable para suplir la creciente demanda de gas en Brasil, así como el norte Argentino, el norte chileno e incluso el mercado boliviano, aclaró el exministro.
ACTORES
No obstante, pese a las expectativas, aún no se ha concretado la exportación de gas argentino a Brasil mediante el gasoducto boliviano. Pero empresas como Pan American Energy (PAE) y TotalEnergies están liderando las negociaciones y preparándose para futuras exportaciones.
PAE, una de las principales petroleras privadas de Argentina, obtuvo una autorización para exportar hasta 500 mil metros cúbicos diarios de gas desde la Cuenca Neuquina, incluyendo gas de la formación Vaca Muerta. Este gas será transportado por la infraestructura del gasoducto boliviano hasta la frontera con Corumbá, en el estado de Mato Grosso do Sul, Brasil.
TotalEnergies también está activa en este mercado, habiendo obtenido la autorización de la Agencia Nacional de Petróleo, Gas Natural y Biocombustibles (ANP) de Brasil para importar hasta 20 millones de metros cúbicos diarios de gas a través de Gasbol. Este volumen representa dos tercios de la capacidad total del gasoducto. TotalEnergies ha sido un actor importante en la industria energética brasileña, con operaciones que incluyen la exploración y producción de petróleo y gas en las cuencas de Campos y Santos, así como la producción de lubricantes en São Paulo.
Tecpetrol, otro jugador importante en este escenario, recibió autorización para exportar hasta 1,5 millones de metros cúbicos diarios de gas a Brasil desde el yacimiento Fortín de Piedra en Vaca Muerta, hasta abril de 2026. El gas, también será transportado vía Bolivia y entregado a la empresa brasileña MGAS Comercializadora de Gas Natural LTDA .
El transporte de gas desde Argentina a Brasil requiere una infraestructura robusta, y en este sentido, Bolivia juega un papel estratégico, indicó por su parte, Carlos Poveda, consultor de hidrocarburos, a tiempo de señalar que Bolivia tiene la capacidad ociosa necesaria para manejar este tránsito de gas. “El gasoducto que opera Gas TransBoliviano es clave para que el gas natural fluya desde Argentina a Brasil,” indicó.
Asimismo resaltó que el transporte de gas está sujeto a un reglamento de transporte de hidrocarburos vigente desde la época del gobierno del expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada (1997-2002). “Este reglamento establece las tarifas de transporte, que pueden ser negociadas por YPFB, en este caso, actuaría como un ‘taxi’ que transporta el gas desde Yacuiba hasta Corumbá, Brasil, cobrando una tarifa reglamentada por el servicio”, señaló a tiempo de indicar que este escenario es factible y puede ser aprovechado por Bolivia.
No obstante, y pese a la aprobación de las entidades brasileñas y argentinas de comprar y vender el gas, respectivamente, es un proceso, que puede durar, una semana, un mes, o más, remarcó.
Por su lado, desde la estatal petrolera YPFB, hace algunas semanas, afirmaron que su sistema integrado de transporte de gas natural está preparado para manejar el tránsito de gas argentino hacia Brasil a partir de octubre.
“Bolivia estará en condiciones de transportar hasta 3 millones de metros cúbicos diarios de gas, con la capacidad de aumentar este volumen en el mediano plazo”, dijo Armin Dorgathen, presidente de YPFB, a tiempo de indicar que Bolivia es la opción más viable, segura y eficiente para la integración energética regional, gracias a su sistema consolidado de gasoductos .
La estatal petrolera trabaja en proyectos de adecuación que permitirán transportar en mediano plazo volúmenes mayores a los 10 millones de metros cúbicos día.