El viceministro de Exploración y Explotación de Recursos Energéticos, Raúl Mayta, destacó la urgencia de reactivar las inversiones en la exploración de gas natural, mediante incentivos que actualmente se debaten en la Asamblea Legislativa, y que permitan un mayor margen de ganancia a las empresas privadas.
Según Mayta, el cambio normativo “no está precisamente relacionado con la Ley de Hidrocarburos. Lo urgente es atraer nuevamente inversiones significativas en el sector, especialmente en proyectos con alto potencial, como el de Mayaya”.
En julio de este año, el Gobierno informó sobre el hallazgo de 1,7 trillones de pies cúbicos de recursos hidrocarburíferos en el pozo Mayaya X-1, ubicado al norte de La Paz. Sin embargo, este campo se encuentra alejado de los ductos de transporte hacia mercados clave como Brasil y Argentina, y aún quedan por realizarse varias tareas de exploración, así como otras etapas de explotación.
En este contexto, el Gobierno ha enviado un proyecto de ley al Legislativo para establecer incentivos a la exploración, explicó Mayta. “Existe interés internacional en invertir en Mayaya. El gas, al ser uno de los combustibles fósiles menos contaminantes, contribuye a la transición energética y generará ingresos que permitirán avanzar hacia el uso de energías renovables”.
Por su parte, el diputado oficialista Jerjes Mercado también presentó un proyecto de ley enfocado en incentivar la exploración y explotación de hidrocarburos. Entre los incentivos propuestos se incluye la ampliación de contratos petroleros basados en un plan de exploración, un pago adicional a los operadores como recompensa por la “sustitución de importaciones de hidrocarburos líquidos”, y mejores condiciones para garantizar el abastecimiento del mercado interno, entre otros.
También confirmó que próximamente se cerrará el mercado argentino para la exportación de gas natural boliviano, ya que Argentina comenzará a transportar hidrocarburos desde el yacimiento de Vaca Muerta hacia Brasil.
Hasta el mes pasado, Bolivia aún exportaba cerca de 4 millones de metros cúbicos de gas diarios a Argentina. No obstante, la caída en la producción nacional agrava la escasez de divisas y afecta el suministro de combustibles.