La NASA quiere producir la energía nuclear en el espacio: ha elegido la superficie de este planeta

La NASA ha publicado una serie de documentos técnicos donde explica «las decisiones arquitectónicas clave» para ejecutar con éxito la colonización de la Luna y de Marte. En su hoja de ruta menciona como prioridad la implementación de la energía nuclear o energía de fisión durante las exploraciones. La misión requiere de una gran inversión que sólo a largo plazo reducirá sus costos. Pero no hay otra opción, puesto que la tecnología solar ha demostrado ser la menos adecuada debido a las condiciones geográficas de la Luna y de Marte.

Energía nuclear o energía de fisión para misiones en Marte y en la Luna

La energía de fisión hace referencia a un método de obtención de gran cantidad de energía mediante la alteración de un átomo. Cuando éste se divide en dos o más núcleos, se libera una cantidad de energía centenar de veces más intensa que la electromagnética.

La energía liberada es la misma que se utiliza para la creación de las bombas atómicas. La fisión nuclear, además, es una forma de producir energía libre de gases contaminantes, aunque esto no la hace menos peligrosa.

En los documentos técnicos de la NASA, se afirma que la energía de fisión es la apropiada, porque no se altera con los ciclos diurnos y nocturnos ni con las posibles tormentas de polvo del Planeta Rojo.

El panel solar fotovoltaico, que fue tomado en cuenta inicialmente, podría, en cambio, verse afectado o directamente eliminado por las tormentas de polvo. Además, debido a que ni en Marte ni en la Luna se recibe suficiente energía solar, un panel podría funcionar por un corto periodo de tiempo.

La energía nuclear, por su parte, ha demostrado tener la fuerza suficiente para operar las 24 horas marcianas. «La energía nuclear ofrece la combinación ideal de producción de energía, resiliencia ambiental, costo y reducción general del riesgo», afirma la NASA. Por tanto, para la agencia, representa la solución energética para las futuras misiones a Marte y a la Luna.

Viajes a Marte y misiones Artemis hacia la Luna
Los viajes de exploración a cada planeta no sólo deben ser fríamente calculados, sino que también deberán ser autónomos. La NASA ha calculado que una exploración de 30 días en Marte, viviendo la tripulación en un rover presurizado, requeriría de al menos 10 kilovatios de potencia.

Cantidad que la energía nuclear o de fisión puede ofrecer sin interrupción. La demanda energética aumentará a medida que se amplíe el tamaño de la tripulación. De manera que, la energía nuclear tiene todas las de ganar en Marte.

En relación con las exploraciones a la Luna, la NASA piensa instalar un módulo de aterrizaje de carga y un hábitat en la superficie lunar. El primero entregará artículos logísticos, cargas útiles de ciencia y tecnología y sistema de comunicaciones.

El segundo albergará a los astronautas con miras a ampliar el tamaño de la tripulación, el alcance y la duración de las misiones de exploración, además de facilitar oportunidades científicas con y sin tripulación.

La exploración lunar resulta adecuada, según la NASA, para probar el comportamiento de los reactores nucleares espaciales. El desarrollo de esta actividad requerirá de una gran inversión. Los expertos no descartan probar con otras fuentes de energía también amigables con el ambiente hostil de Marte y de la Luna.

La perforación de cámaras magmáticas en el Planeta Rojo, por ejemplo, están entre las posibilidades. Sin embargo, el desarrollo tecnológico para esta última alternativa no está avanzado, mientras que la energía nuclear ya tiene un camino adelantado.

La energía de fisión es una forma de energía autónoma capaz de asegurar la permanencia de la tripulación a largo plazo. Constituye, por tanto, «la primera de siete decisiones clave necesarias para la exploración humana de Marte», con las misiones Artemis incluida en la hoja de ruta.

ÚLTIMAS NOTICIAS