El sector oleaginoso ve 2025 con optimismo, tras un 2024 catalogado como el peor año productivo en su historia reciente, debido a condiciones climáticas adversas y un entorno económico desfavorable. Jaime Hernández, gerente de la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas (Anapo), aseguró que los productores mantienen su compromiso con la seguridad alimentaria y la reactivación económica.
“En esta campaña de verano tenemos previsto sembrar 1,4 millones de hectáreas, principalmente de soya, maíz y sorgo. Ya hemos alcanzado un avance del 90%, lo que nos hace vislumbrar mejores perspectivas para este 2025”, afirmó Hernández este jueves.
Anapo
El 2024 cerró con una caída drástica en la producción. De los 5,9 millones de toneladas de granos (soya, maíz, trigo, sorgo y girasol) cosechados en 2023, el sector solo logró recolectar 3 millones de toneladas. Esta reducción tuvo un impacto notable en la economía del sector, con pérdidas estimadas en $us 800 millones.
“Las sequías golpearon tanto la campaña de verano como la de invierno, reduciendo nuestra capacidad productiva y generando problemas colaterales como la baja liquidez para pagar créditos y el aumento en el costo de los insumos”, explicó Hernández.
Los productores también enfrentaron un incremento del 60% en los costos de insumos agrícolas, una situación exacerbada por la escasez de dólares y la inflación.
Esto complicó aún más el panorama financiero, afectando la capacidad de los productores para acceder a insumos esenciales y cumplir con sus compromisos crediticios.
A pesar del panorama sombrío de 2024, el sector ve con esperanza la campaña agrícola de este año.
“Está demostrado que los productores siguen firmes. Con el avance en la siembra y las condiciones climáticas actuales, confiamos en una recuperación gradual de nuestra producción e ingresos”, señaló Hernández.
La Anapo apuesta por superar las adversidades y consolidarse como un “pilar estratégico” para la seguridad alimentaria del país, al tiempo que busca fortalecer las exportaciones y la sostenibilidad del sector agrícola.