Este lunes, la viceministra de Comunicación, Gabriela Alcón, recordó que 2024 fue una gestión “asediada”, por lo que la economía del país se vio ampliamente golpeada. Sin embargo, pese a ello, descartó que se viva un periodo de decrecimiento económico, sino solo una “desaceleración”.
“Bolivia no tiene un decrecimiento, tiene un crecimiento. Hay una desaceleración, evidentemente, y para ello precisamente se plantea un pacto social, para trabajar entre todos, tenemos mesas de trabajo, tenemos diálogo, acuerdos y estamos avanzando. El presidente (Luis Arce) lo ha mencionado, necesitamos y vamos a mostrar cuál es esa respuesta”, indicó Alcón en conferencia de prensa.
Desaceleración
El sábado, el Presidente propuso realizar un “pacto social” para llegar al Bicentenario con paz y unidad, sin conflictos que afecten a la economía del país.
En criterio de Alcón, es a través del diálogo que el Gobierno lograra escuchar propuestas para superar la crisis económica. La desaceleración, a diferencia del decrecimiento, marca que el país todavía crece, pero a una velocidad más lenta en comparación a años anteriores.
Además, la viceministra señaló que la situación económica se debe a factores externos, como los bloqueos del ala evista del Movimiento Al Socialismo (MAS), las cuestiones climáticas y otras variables que influyeron en el incremento del costo de vida.
“No podemos depender de factores externos y para ello necesitamos la consolidación de nuestros recursos. Me refiero a nuestro modelo económico, a la industrialización, a la sustitución de importaciones”, afirmó Alcón.
El Gobierno espera que, con la implementación de varias industrias, la subvención de alimentos y otras medidas se pueda proteger la economía de los bolivianos, para que en 2025 la inflación sea menor en comparación con la de 2024, que llegó a un acumulado de 9,97%.
Para ello, el Gobierno insiste en que todos los sectores deben dejar de lado los intereses políticos y electorales para preocuparse por el futuro del país.