YPFB logra tregua en bloqueos por diésel, pero advierten que crisis de combustibles continuará

Un video difundido en redes sociales, sobre una fila de vehículos para cargar gasolina en un surtidor, habría generado que los conductores en Santa Cruz se vuelquen a las estaciones de servicio para llenar sus tanques. De acuerdo con la estatal YPFB, la situación, hasta el martes se había normalizado.

Por lo menos eso es lo que explicó a EL DEBER el gerente de Comercialización de YPFB, Joel Callaú. El ejecutivo, incluso desestimó versiones sobre el fin de la subvención a los carburantes, lo que provocó largas filas hasta el lunes por la noche en la capital cruceña.

“El día de ayer había filas considerables. El día de hoy (martes) con todas las gestiones que hemos hecho, la planta ha trabajado 24 horas del día, no solamente la de YPFB Logística, sino las privadas también y esto ha hecho que las filas disminuyan”, explicó.

Sin embargo, las filas continuaban hasta la noche de ayer. Callaú detalló que se están distribuyendo 2,4 millones de litros de gasolina en Santa Cruz y que durante el feriado se despachará normalmente. A escala nacional se despachan a diario unos 7 millones de litros de gasolina a los surtidores y similar volumen de diésel.

En San Julián, donde se cumplía el segundo día de bloqueo por diésel, YPFB logró un acuerdo para enviar un volumen superior a los 1,5 millones de litros que se despachó en enero de 2024. “Ya hemos superado el volumen que la demanda histórica que consume esta población en el mes de enero”, sostuvo el gerente de Comercialización de YPFB.

El asambleísta por la provincia Ñuflo de Chávez, Dilfe Rentería, consideró que el bloqueo tenía fines políticos y que, la estatal se habría comprometido incrementar los despachos a los cuatro surtidores en marzo, cuando se inicia la cosecha de soya. “Hay que hacer ver que la gente hoy en día necesitar trabajar porque no la están pasando muy bien, ya que todo ha subido (de precio). Entonces necesitamos que las carreteras estén expeditas y se pueda trabajar”, expresó.

En Concepción, los transportistas se habían manifestado en emergencia, pero Callaú precisó que, luego de las reuniones con los sectores, se garantizaron los volúmenes a despachar. “A veces, por el tema de la época o por que, en algún momento alguna cisterna no habría podido llegar, es que se solicita mayores volúmenes, pero estamos realizando las coordinaciones para abastecer”, acotó.

La crisis continuará

Analistas y expertos en hidrocarburos afirman que la escasez de combustibles se agudizará durante el año que comienza, a raíz de la escasez de dólares y la caída de la producción de líquidos en los campos petroleros del país.

El especialista en hidrocarburos de la Fundación Jubileo, Raúl Velásquez, puntualizó que la actual situación de colas en los surtidores es una especie de “nueva normalidad” a la que las personas se están acostumbrando. “He escuchado decir a mucha gente con alegría: encontré gasolina, solo hice cola media hora”, comentó.

Velásquez es escéptico sobre la situación de la producción de hidrocarburos líquidos, tanto de petróleo, como los que se extraen del gas, como la gasolina natural, que puede aliviar las importaciones desde otros países.

En julio del año pasado, el Gobierno anunció el descubrimiento del ‘megacampo’ Mayaya, en el norte de La Paz, con el primer pozo exploratorio (Centro X1), que contaría con un potencial de 1,7 trillones de pies cúbicos (TCF) de gas. El presidente de YPFB, Armin Dorgathen, indicó en la oportunidad que “se empezará con la “producción de líquidos y luego de gas que, seguramente, tomará por lo menos unos dos a tres años hasta que podamos tenerla conectada al sistema de ductos”.

El analista de Jubileo indicó, con datos del Ministerio de Hidrocarburos y de las gobernaciones de Santa Cruz y Tarija, que la producción de líquidos ha caído estrepitosamente en los últimos años, de 57,6 miles de barriles por día en diciembre de 2015, a 25 mil barriles en diciembre de 2024 (ver gráfico).

“Tenemos mucho escepticismo sobre los anuncios realizados (por el Gobierno), porque éstos no han venido acompañados de información desagregada. En el caso de Mayaya, (no existe) información técnica que permite conocer los resultados de las pruebas del DST, los resultados de las pruebas de largo aliento, que permitan, además, conocer por cuánto tiempo estaría produciendo gas, hidrocarburos, líquidos”, expresó.

Velásquez, sin embargo, se mostró más optimista en relación a otros proyectos como Iñau o Yapucayti, que están siendo perforados en Chuquisaca. “Si bien YPFB ha empezado recién la perforación, en septiembre de 2024, creemos que se puede tener un poco más de esperanzas por la perspectiva que hay en la zona tradicional”, señaló.

En ese marco, mencionó que existe expectativa por lo que pueda suceder hasta el 31 de marzo, cuando YPFB debe presentar el estado de las reservas hidrocarburíferas de la gestión 2024, de acuerdo a lo que establece la Ley 3740 de Desarrollo Sostenible del sector Hidrocarburos.

“Pero en la conferencia que hizo el presidente de YPFB el 31 de diciembre, lamentablemente se limitó a anunciar los valores de las reservas probadas, probables y posibles, sin mostrar, sin publicar, el documento de certificación que permita ver cuántas reservas hay en cada uno de los campos que existen actualmente en el país y, de esa forma ver cuál es la situación de Mayaya y en qué categoría se habría ubicado este proyecto.

Para Velásquez, esta situación tiene que ser subsanada para una adecuada planificación energética nacional en el mediano y largo plazo.

Tapar el sol con un dedo
Para el analista y ex ministro de Hidrocarburos, Álvaro Ríos, el Gobierno ya no puede tapar el sol con un dedo, dada la crisis energética en Bolivia, que está acompañada de un desabastecimiento de casi dos años.

“Desde hace 18 meses, aproximadamente, los desabastecimientos ocurren con con frecuencia y perjudican a todos los bolivianos en la parte productiva, en la parte de transporte; diremos, es algo que está recurrente y va a seguir ocurriendo en 2025, porque la producción es fruto de una política fallida exploratoria en los pasados 15 años”, aseveró Ríos.

Advirtió que el presente año Bolivia tendrá que importar GLP, por lo que el Gobierno debe contar con divisas para importar y mantener abastecido el mercado interno.

“Lo que faltó es que se haya explorado en el pasado, pero ahora esa solución ya no existe en este momento, porque hay que hacer una nueva ley (de hidrocarburos), hay que hacer un nuevo marco jurídico, hay que restablecer el modelo económico y lo único que tiene que hacer el Gobierno es no tapar el sol con un dedo y no decirnos que no hay desabastecimiento cuando sí lo hay”, manifestó.

Con relación al ‘megacampo’ Mayaya, Ríos mencionó que según sus investigaciones, el proyecto no tiene futuro aún para poder predecir una producción de gas o de condensado en los próximos cinco años. “No existe esa esa condición, peor con los otros pozos que se van a perforar, no hay esperanza (…). Esto no funciona, así hay que perforar 15 a 20 pozos al año para mantener la producción y no tener que importar tanto”, afirmó.

El ex ministro agregó que el problema de Bolivia es el modelo económico, sumado a una fallida política exploratoria de casi 20 años.

SourceEl Deber

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