El ministro de Economía, Marcelo Montenegro, rechazó la calificación crediticia de Fitch Ratings, que situó a Bolivia en “CCC-“. La autoridad afirmó que el país enfrenta un problema de liquidez y no de insolvencia.
“Esto no es un problema de insolvencia, es un problema de liquidez. Lamento decir que el verdadero aplazado es el analista y el que no sabe distinguir entre insolvencia y un problema de liquidez. Entonces, como Ministerio de Economía y Gobierno Nacional, no aceptamos todo el balance que ha hecho Fitch”, indicó Montenegro en conferencia de prensa.
La calificación de Fitch se da debido a la disminución de reservas internacionales, la escasez de combustible, la creciente inflación, las tensiones sociales y políticas que afectan la estabilidad económica del país.
Montenegro indicó que, pese a dificultades como la falta de aprobación de créditos por la Asamblea Legislativa Plurinacional y los bloqueos evistas, Bolivia sigue cumpliendo con el servicio de la deuda externa de “forma puntual”.
“Estamos en la tarea de desbloquear los créditos en la Asamblea, no es una cifra menor, son 1.667 millones (de dólares) es una cifra grande. Pese a esa traba, nosotros seguimos trabajando”, añadió la autoridad.
El ministro por el contrario indicó que los indicadores señalan que la economía va “hacia adelante”.
En cuanto al servicio de la deuda externa, Fitch indicó que el riesgo de incumplimiento es bajo en 2025, cuando se deberán pagar 110 millones de dólares en eurobonos. Sin embargo, los desafíos aumentarán en 2026, con un vencimiento de 333 millones de dólares en un contexto de baja liquidez.
Finalmente, Fitch subrayó que la calificación crediticia podría seguir deteriorándose si no se implementa un plan macroeconómico sostenible que permita reconstruir las reservas internacionales y estabilizar las finanzas públicas.