Vertimientos históricos de energía solar y eólica fueron la tónica durante 2024 llegando a casi 6TWh, más del 121% de incremento respecto a 2023, según se presentó en la última conferencia de prensa de ACERA, la Asociación Chilena de Energías Renovables y Almacenamiento. Una situación que preocupa y alarma (o debería alarmar) a todas las entidades que conformamos esta industria, que tiene el objetivo de avanzar aceleradamente en una transición energética que apoye los desafíos medioambientales de Chile, como también los compromisos asumidos internacionalmente en este ámbito.
Las medidas para solucionar esta problemática apuntan -entre otras- a la confianza del rápido desarrollo de los sistemas de almacenamiento, como también en lograr una mejor planificación de la transmisión, sin embargo, estas alternativas toman un tiempo mayor al que se requiere para estabilizar una industria estratégica para Chile. En esa línea, me pregunto ¿Será posible transar el curtailment?
El curtailment es la restricción de inyectar energía al sistema que sufren las centrales -en particular solares y eólicas- que, disponiendo de recurso para producir energía, se ven impedidas de hacerlo por limitaciones en la red de transmisión, lo que no sólo está generando incertidumbre que impactarían en el financiamiento e inversiones en las tecnologías renovables, sino que también hay empresas que han visto afectada su rentabilidad a niveles críticos.
El problema está sucediendo ahora, y requiere de soluciones urgentes. Y es aquí donde surgen opciones interesantes para tener en consideración y que se enmarcarían en un Mercado de Transacción de los Vertimientos. La primera puede ser la transferencia de curtailment entre actores que están en la misma zona, donde un acuerdo comercial entre ambos permitiría que uno inyecte a cambio de que el otro incremente su restricción, lo que facilitaría que el mercado opere, siendo inocuo para el resto de los coordinados del sistema. Como también, otra forma posible, es el símil al precio negativo que existe en otros mercados, es decir que un generador restringido, ofrezca al Coordinador un pago al sistema para ser despachado.
Considerando que las restricciones de transmisión han llegado para quedarse, y la importancia que tiene esta industria para lograr las metas país en términos de transición energética y cambio climático, pareciera necesario que las agendas programáticas de energía consideren que el regulador y el operador del sistema impulsen nuevas opciones para el mercado eléctrico, a lo menos como una alternativa para ser discutida como medidas de corto plazo, que permitan seguir avanzando en una industria que tomó un liderazgo indiscutible, pero que requiere de un soporte concreto y rápido para mantenerlo.