La dirigencia del transporte urbano retiró este martes su amparo presentado contra el reordenamiento que aplicaba la alcaldía de Santa Cruz desde el 18 de enero. En esta jornada estaba prevista la audiencia para tomar una decisión sobre el tema en una Sala Constitucional.
Tras esta decisión, la alcaldía retomó los controles para aplicar el desvío de calles que estaba paralizado desde el pasado viernes. En la calle Florida, por donde se ha redirigido el flujo de micros que antes iba hasta el centro por la Seoane, hubo momentos de tensión entre gendarmes, personal municipal y trabajadores de tiendas, que aducen estar siendo perjudicadas por el aumento del flujo vehicular que perjudica sus ventas.
El vocero municipal Bernardo Montenegro destacó la decisión de los micreros. “Se interrumpió un proceso clave para nuestra ciudad y analizaremos quién asumirá la responsabilidad por este perjuicio”, remarcó el funcionario. Remarcó que de las 126 líneas que operan en la ciudad, solo nueve están registradas legalmente y de los 9.000 que circulan solo 3.000 tributan en el municipio.
“Unidad que no tribute en Santa Cruz será retirada de circulación y línea que no esté inscrita conforme a la ley no podrá operar”, advirtió Montenegro.
En la jornada, los micreros cumplieron su segunda jornada consecutiva de protestas en los accesos a la Quinta Municipal para exigir un incremento en el pasaje del transporte urbano.
La dirigencia enfatiza que un fallo judicial dejó en manos del alcalde Jhonny Fernández la decisión de autorizar un ajuste en las tarifas. Desde el Concejo enfatizan que es esa instancia la que debe aprobar un aumento al que hasta ahora se han opuesto.