La Federación de Cisterneros del Oriente anunció este jueves su estado de emergencia ante la falta de un acuerdo con Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) exige un ajuste del 20% en sus tarifas y advierte que, de no obtener una respuesta, suspenderán la carga de diésel y gasolina.
Maikol Montaño, presidente del gremio, expresó su descontento con la oferta de YPFB, que propuso un aumento del 3%, cifra que los transportistas consideran insuficiente. «Nosotros hemos pedido un 20% de incremento; ayer el transporte público de Santa Cruz recibió un 15% de aumento. No nos cerramos en el precio, estamos abiertos al diálogo para consensuar y buscar un punto medio», afirmó Montaño.
Los cisterneros han instalado una vigilia en las puertas de YPFB en Santa Cruz, a la espera de una respuesta concreta. «Si mañana no nos atienden, tomaremos medidas. No descartamos suspender la carga de combustible, lo que afectaría el abastecimiento a nivel nacional», advirtió el dirigente.
El conflicto surge en un contexto de presiones por ajustes en las tarifas de distintos sectores del transporte, luego de que la Alcaldía de Santa Cruz aprobara un aumento en el precio del pasaje del transporte público. La medida de los cisterneros podría generar un impacto en la distribución de combustibles, afectando a la economía y al normal desarrollo de actividades en el país.