Otra vez, el gobierno de Javier Milei apeló a la importación de gas natural desde Chile para sortear la mayor demanda de energía que impulsa la actual ola de calor. Es la tercera vez en lo que va del año que se compra gas al vecino país, disparando su costo, ya que en realidad se trata de GNL regasificado porque Chile no posee producción propia de gas.
Las importaciones se vienen registrando desde enero a través del gasoducto Noradino, que une la zona de Mejillones, en Chile, en la región de Antofagasta, con Jujuy para desde allí abastecer también a Salta y alrededores.
Este ducto fue construido para funcionar en el sentido inverso, para exportar parte de la producción de la Cuenca del Noroeste hacia Chile, pero la caída de la producción local, el cierre de la importación desde Bolivia y la demora en la reversión de dos plantas compresoras del Gasoducto Norte pusieron en jaque al NOA.
A diferencia de la importación que se dio en 2018, y que llevó incluso a que se presente una denuncia penal en contra del entonces ministro de Energía de la Nación, Juan José Aranguren, ahora no se trata tanto de un menor precio para la importación -aunque habitualmente Bolivia cobra más caro- sino que no hay otra forma de llevar gas a esas provincias.
Es que si bien en noviembre el gobierno inauguró la reversión del Gasoducto Norte, la obra completa aún no está terminada. Lo que falta es la reversión de las dos últimas plantas compresoras del sistema, previstas para marzo y mayo de este año.
La importación ya suma millones de dólares
Este medio dio a conocer que la semana pasada la gestión de Javier Milei dispuso la importación de gas desde Chile para paliar la ola de calor. Y eso mismo es lo que está sucediendo desde este sábado, con el ingreso de 2 millones de metros cúbicos por día.
Para poner en cantidades, durante enero se importó gas desde Chile durante 9 días consecutivos. Estas importaciones sumaron un total de 13 millones de metros cúbicos.
Ahora, en un febrero recalentado por las olas de calor, las importaciones se aceleraron y no solo ya suman 6 días y continuarán al menos hasta mañana, sino que en volumen, a mañana se llegará a los 13,5 millones de metros cúbicos.
El precio de estas importaciones está en el orden de los 11 a 12 dólares el millón de BTU, dado que desde la estatal chilena ENAP se cobra no solo el GNL que ellos importaron previamente sino también lo que les costó regasificarlo y el transporte hasta la frontera.
Con lo cual, los 26 millones de metros cúbicos ya importados tendrán un costo cercano a los 10 millones de dólares, y se suman a los 6 millones de metros cúbicos de GNL que se inyectaron desde Escobar la semana pasada y que la estatal argentina Enarsa había importado durante el año pasado.
La paradoja del gas de Vaca Muerta
Pese a la alta producción de gas de Vaca Muerta, y al enorme potencial productivo que posee, hoy no hay forma de que el gas de la formación pueda llegar en cantidad a la cabecera del Gasoducto Norte y desde allí a las centrales termoeléctricas de Salta y Jujuy.
Como se marcó, para que eso pueda darse, se deben aún completar la reversión de dos plantas compresoras que se espera que estén listas antes del próximo invierno cuando nuevamente se dispare la demanda de gas de la zona.
Mientras por esta imposibilidad se está importando gas desde Chile, también se está exportando gas argentino hacia el vecino país, aunque claro está que no desde el norte argentino sino por las líneas que vinculan a ambos países, ubicadas desde Mendoza hacia el sur.