La venta de carburantes en Bolivia enfrenta nuevas restricciones impuestas por la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), lo que ha generado malestar y preocupación en la población, particularmente en las zonas urbanas. Desde la Asociación de Surtidores Privados (Asosur) se ha informado que la medida afecta a quienes adquieren combustibles en bidones para uso personal, limitando las cantidades que pueden comprar y exigiendo documentación adicional.
El presidente de Asosur, Moisés Hidalgo, explicó que la ANH ha emitido una disposición verbal que restringe la venta de carburantes para personas naturales del área urbana. Según esta medida, quienes residan en la ciudad solo podrán comprar hasta 10 litros en bidón, mientras que aquellos que posean maquinaria y equipos, principalmente del área rural, podrán adquirir hasta 20 litros.
“La persona natural que quiera cargar hasta 120 litros tiene derecho a hacerlo, pero si desea comprar en bidones, ahora debe cumplir con un límite: 10 litros para ciudadanos urbanos y 20 litros para el sector rural. Además, deben presentar su cédula de identidad original y una fotocopia”, detalló.
Otro de los casos que ha generado mayor polémica es del surtidor de Yacimientos Petrolíferos Fiscales de Bolivia (YPFB) en el municipio de Padcaya, donde se ha denunciado que solo se permite cargar hasta 90 bolivianos de combustible por vehículo. Sin embargo, Hidalgo aclaró que no existe una normativa específica al respecto y que la situación podría deberse a una instrucción interna de YPFB.
Pese a las limitaciones impuestas en la compra de combustibles en bidones, Hidalgo aseguró que el abastecimiento de diésel y gasolina está garantizado. Sin embargo, reconoció que las estaciones de servicio están agotando sus reservas en horas de la tarde, lo que genera largas filas y preocupación entre los usuarios.