La Red de Protección Ambiental, organización que agrupa a entidades y defensores ambientales de la sociedad civil de Bolivia, emitió en las últimas horas un pronunciamiento de carácter público en el que rechaza a los contratos para explotar litio en el Salar de Uyuni, haciendo énfasis en que primero debe asegurarse el agua para la vida antes que para el beneficio de las empresas.
El pronunciamiento público, que contiene al menos seis exigencias y varias consideraciones y fue suscrito por 84 organizaciones, trece de ellas de Potosí, además de varias adhesiones independientes, fue también entregado en ventanillas de la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), conjuntamente a una carta dirigida al presidente del Senado, Andrónico Rodríguez.
Conjuntamente a rechazar lo que la red de Protección Ambiental viene a denominar la politización e instrumentalización de la cuestión ambiental, se incita a que se valore el agua y los territorios, añadiendo literalmente: “El valor incalculable del Salar de Uyuni y los demás salares es más grande como ecosistema debido a que los humedales/salares/bofedales son determinantes para los sistemas de vida de la biodiversidad (como el caso de flamencos, vicuñas y otros) y están protegidos por la Convención para proteger humedales de importancia internacional”.
De tal manera se exige al gobierno central que debe asegurarse que el agua dulce beneficie primero a la vida antes que, a los procedimientos relativos a la extracción del litio, “…, por lo tanto, debe asegurarse el agua primero para la vida (art. 374 de la CPE). las plantas de tratamiento de agua que se proyectan en ambos contratos no son para beneficio de las comunidades, sino para asegurar el agua dulce para el procesamiento de las salmueras.
Otra demanda se vincula con la elaboración de estudios hidrológicos, lo que vendría a estar contemplado en la aplicación del principio precautorio, pues esos estudios deben permitir la identificación de la situación del agua subterránea, “Especialmente en los territorios que ocupan las comunidades del área de influencia de los proyectos del litio”.
Cuestionan la flexibilización de normas ambientales, apuntando a que los procesos de reinyección de salmueras, un procedimiento que no tiene respaldo técnico y que causa daño ambiental sobre los acuíferos “de manera irremediable”.