La semana pasada, el Ministerio de Minas y Energía (MME) de Brasil prorrogó la Subasta de Nueva Energía A-5 hasta el viernes 22 de agosto (inicialmente estaba pautada para el 25 de julio) y reabrió el proceso de inscripción de proyectos.
Si bien la convocatoria sólo habilitó a participar a proyectos hidroeléctricos de 1 a 50 MW de potencia (nuevos o ampliación de centrales existentes), desde el sector renovable solicitan que el gobierno también permita la competencia de las tecnologías solar y eólica.
La Asociación Brasileña de Energía Solar Fotovoltaica (ABSOLAR) envió una carta al ministro de Minas y Energía, Alexandre Silveira, destacando la “necesidad” de garantizar la igualdad entre las fuentes de generación, reforzar la competitividad e incentivar la reducción del precio final al consumidor.
“La inclusión de la fotovoltaica en la subasta aumenta la competitividad entre las tecnologías participantes , aportando más competitividad a las licitaciones, lo que puede traer tarifas más baratas para la población”, sostuvo la directora técnico-regulatoria de ABSOLAR, Talita Porto.
“Sería crucial promover la sostenibilidad y tarifas asequibles, además de impulsar la generación de empleos verdes, fortalecer la economía y la seguridad del suministro eléctrico en Brasil”, afirmó el presidente ejecutivo de ABSOLAR, Rodrigo Sauaia.
Por el lado de la Asociación Brasileña de Energía Eólica y Nuevas Tecnologías (ABEEólica), también se contactarán con la entidad encargada de la cartera energética nacional por el mismo motivo, a fin de incentivar la demanda de nuevos proyectos de generación.
“Hemos hecho los cálculos y puede haber una demanda razonable, por eso vamos a pedir al Ministerio que entre en la A-5”, informó Elbia Gannoum, presidenta ejecutiva de ABEEólica, a través de sus redes sociales al referirse a la crisis a la que se enfrenta el sector y la búsqueda de nuevas demandas.
Cabe recordar que el inicio del suministro de energía eléctrica a clientes regulados comenzará el 1 de enero de 2030, por un período de 20 años. Mientras que la ordenanza normativa GM/MME N° 95 determinó que se deberá negociar al menos el 30% de la energía calificada de los proyectos de generación.
Además, el aumento de los data centers en Brasil también se posiciona como una alternativa para materializar nuevos contratos PPA y que a futuro se construyan más parques eólicos y solares, como también proyectos de hidrógeno verde, amoniaco y eólica marina.
“Estamos iniciando un movimiento para despegar [y] se empiezan a firmar contratos, pero esto tendrá efecto en dos años”, comentó Gannoum.
Antecedentes de la convocatoria
De concretarse la subasta, el gobierno retomará las licitaciones de nueva energía tras casi tres años desde la última convocatoria exitosa, en la que se adjudicaron 22 proyectos renovables por 557,45 MW de capacidad a instalar hasta el 2027.
En aquel entonces, hubo tres ganadores eólicos: Baraúnas IV (41,58 MW), Baraúnas XV (48,51 MW) y AW SÃO JOÃO (25,2 MW), que representan una inversión de R$ 623.870.610 para una garantía física total de 57,5 MWmed, bajo un precio que va de R$ 175 a R$ 178 (descuento de 17,59% para las dos etapas de Baraúnas y de 36,42% para AW SÃO JOÃO).
Mientras que por el lado solar, se adjudicaron 200 MW de potencia en cuatro proyectos, a un precio promedio de R$ 171,41 por MWh, siendo la tecnología más económica de la convocatoria y repitiendo ese estatus como fuente más barata desde 2019.
Además, según datos de ABSOLAR, desde 2012, el segmento atrajo más de R$ 72700 millones de nuevas inversiones y más de 510000 empleos verdes; sumado a que las centrales fotovoltaicas utility scale ya operan en todos los estados de Brasil, con liderazgo, en términos de potencia instalada, en la región Nordeste, con el 53,09 % de representación, seguida por la región Sudeste, con el 45,88 %, Sur, con el 0,47 % , Centro-Oeste (incluido el Distrito Federal), con el 0,29 % y Norte, con el 0,27 %.