Bolivia está fuera del mapa de las reservas de litio, a comparación de Chile, que lidera este indicador, seguida de Argentina, así como Australia y China. Pero es primero en el de recursos, de acuerdo a un análisis realizado por el experto de la Fundación Jubileo, Héctor Córdova.
Al explicar sobre el tema del litio y las oportunidades que podría aprovechar el Gobierno y la región productora, reflexionó al indicar que Bolivia no aparece en el mapa de las reservas, pero sí en el de recursos, con más de 20 millones de toneladas.
La diferencia entre reservas y recursos está en la cuantificación y la forma de explotar, que debe cumplir una serie de requisitos, como la rentabilidad, el cuidado del medio ambiente y debe ser socialmente aceptable, según el especialista.
Por ello, en su exposición sobre el tema del litio, Bolivia no está en el mapa de las reservas cuantificadas, pero sí en las de recursos y este segundo grupo lidera a nivel mundial.
El recurso es una cantidad estimada de mineral que existe tanto en depósitos descubiertos como en no descubiertos; mientras que la reserva es la cuantificación del mineral que es económica y técnicamente factible de extraer, de acuerdo a la explicación brindada por la especialista en el tema, María Daniela Sánchez-López, en un seminario vía on line, realizado en junio del año pasado con el auspicio de la CAF.
La geopolítica del Litio: la cadena de valor de las baterías de ion-litio y la influencia de China en el triángulo del Litio (Argentina, Chile y Bolivia), fue el tema expuesto en el evento, en el cual mostró que Bolivia no figura en la lista de reservas, mientras que Argentina está con 2,7 millones de toneladas, Chile con 9,3 millones de toneladas, Australia con 6,2 millones de toneladas, China con 2 millones de toneladas y Estados Unidos con 0,75 millones de toneladas.
Córdova señala que una característica que debe tener la reserva apunta a la tecnología para sacar el litio, que debe cumplir con dos requisitos: económica y social.
“Sabemos que hay litio, pero no se puede extraer y por ello, el país no está en el mapa de las reservas”, recalcó.
Describió en parte dos factores que hacen viable la explotación, buena concentración y concentración complicada debido al volumen alto de magnesio, por lo que las probabilidades se reducen significativamente.
Las piscinas instaladas en la región de Chile para la extracción de la materia prima lograron resultados de un 42%, mientras que en Bolivia, en el Salar de Uyuni no pasa del 20%, incluso podría estar en un 15%.
Cotización
Recordó que en 2022 la cotización del carbonato de litio bordeaba los casi 90.000 dólares la toneladas y por ello Chile recibió ingresos de 5.000 millones de dólares, sin embargo, ahora la cifra está por los 10.000 dólares.
En tanto, Bolivia se encuentra en un dilema al suscribir unilateralmente, el gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS), como lo hicieron en su momento, contratos no consensuados con la población del lugar y departamental, sobre los beneficios a recibir y el impacto ambiental que registrará.
La suscripción de contratos con empresas chinas y rusas por cuatro y tres décadas y medio, fue calificada de exagerada, ya que las mismas están fuera de los contratos de riesgo compartido, que es lo más recomendable por la transparencia.
Al respecto del tema ambiental, expertos de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) indicaron que debido a los contratos que se suscribieron con empresas chinas y rusas, debió abordarse primero el impacto ambiental que provocarán esos proyectos.