Expertos ven avance en tema de género e inclusión social, pero falta por hacer

Este 2025 el país recuerda los 200 años de su independencia, por ello esta gestión fue denominada por el Gobierno como el año del Bicentenario de Bolivia, celebración que está acompañada con una serie de acontecimientos académicos, cívicos, institucionales y de carácter socio-cultural que se realizarán durante estos 12 meses.

A propósito de la celebración de Bicentenario, tres académicos reflexionan juntos a Los Tiempos sobre inclusión social, equidad de género y discriminación, importantes temáticas sociales relacionadas con las transformaciones y avances que se han producido a lo largo del siglo XX y en estos primeros 25 años del siglo XXI en Bolivia.

Para la socióloga María Teresa Zegada los hitos más importantes en la historia republicana del país son la Revolución de 1952 y todo el proceso de transformación que ha sucedido desde inicios del siglo XXI, que culminó con la aprobación de la nueva Constitución Política del Estado (CPE) aprobada en 2009.

Zegada destaca que tanto la Revolución de 1952 como la CPE de 2009 son hechos fundamentales en materia de inclusión social después de más de un siglo de historia con dominio de la élite oligárquica y con un Estado minero-feudal.

La analista enfatiza que desde la primera constitución boliviana y todas las que le sucedieron hasta la Revolución del 1952 todas preservaron la separación entre el Estado y la sociedad. “Un

Estado dominado por una élite minero-hacendal y una sociedad que se encontraba fuera, inclusive careciendo de derechos de ciudadanía”, afirma Zegada.

El otro hito en la historia de Bolivia es todo el proceso que se inicia a fines de los años 90 y principios del siglo XXI y que culmina con la aprobación de la CPE de 2009, según Zegada.

“A pesar de que el Movimiento Al Socialismo (MAS) tomó la bandera de la nueva Constitución los sectores indígenas, desde tierras bajas y luego altas, fueron los que propiciaron la reforma en términos de plurinacionalidad. Quedaba por fuera una tarea que no se realizó el 52, que fue la inclusión de las identidades étnicas, y esa tarea fue resuelta con las marchas por el territorio y la dignidad y la nueva propuesta constitucional”, sostiene Zegada.

Falta por hacer

En tanto, para el sociólogo Mauricio Sánchez en Bolivia hubo gran avance en materia de inclusión social y género, pero aún falta por hacer.

Sánchez sostiene que Bolivia dio el derecho a votar a las mujeres en 1952 y pudieron sufragar recién en 1956, bastante tarde en relación a los otros países latinoamericanos.

“Sin embargo, muchos derechos ya se habían establecido antes, por ejemplo el Código Civil de 1936 ya permitía a las mujeres hacer contratos sin el consentimiento de sus esposos, decidir qué hacer con sus inmuebles que estaban a su nombre, aceptar o renunciar a herencias y litigar en juicios civiles o comerciales”, enfatiza el académico.

Sobre el tema de género, Zegada asevera que “es otra la historia del país porque es un proceso que ha tardado mucho más. Si uno revisa la historia republicana, la presencia de mujeres es muy esporádica, y ellas lo hacen a través de acciones sociales y culturales, por fuera del sistema político, es el caso de escritoras, como Adela Zamudio.

Para Zegada muchas personalidades mujeres brillaron en la vida social pero con muchas dificultades. Y recién con la Revolución del 52 se habilita el voto de las mujeres a nivel nacional. En estos espacios está la presencia de mujeres como Lidia Gueiler, que formaron parte de esa Asamblea Legislativa”, enfatizó.

Para el también analista político Marcelo Arequipa, en materia de inclusión social el Estado boliviano ha ido transformándose de forma progresiva e inclusiva.

Sánchez sostiene que las mayores transformaciones en cuanto a equidad de género en Bolivia fueron realizadas por la fuerza de las nuevas generaciones, “y los cambios en las relaciones entre los sexos que se profundizaron en todo el mundo occidental, y en amplios sectores de las clases altas y medias de Bolivia”.

“Si en 2013 se aprobó la Ley 348, conocida como la “Ley Integral para Garantizar a las Mujeres una Vida libre de Violencia”, no necesariamente es un avance, dado que pone en evidencia que en la Bolivia del siglo XXI subsiste aquello que se intenta extinguir: la violencia contra las mujeres”, puntualizó Sánchez.

Participación política

Arequipa asevera que en Bolivia los sectores sociales subalternos y de élite actualmente están “casi en igualdad de condiciones” en temas de participación en procesos electorales.

“En el tema de discriminación hay aspectos pendientes que se deben trabajar. Por ejemplo, es urgente generar políticas de descolonización porque las que existen no han terminado de aterrizar “, señala Arequipa.

Según el analista, se abren desafíos a futuro que tienen que ver con cerrar la brecha de discriminación que existe en el país y terminar de constituir la idea de qué es lo boliviano, la identidad boliviana y el sujeto plurinacional” , concluyó.

En tanto, Sánchez tiene una posición contraria a Arequipa en el tema de participación política, sostiene que Bolivia no es una sociedad que haya afianzado la participación política, o que haya terminado con “toda forma de discriminación”. (Ley N° 45 de 8 de octubre de 2010).

La propaganda no necesariamente es prueba de una mejoría de la participación política femenina, por ejemplo, o que la “discriminación” se haya debilitado, sostiene.

Hay avance, pero…

Para Zegada en el tema de la participación política se ha avanzado aunque no está del todo resuelto. “A nivel de normativa tienden a resolverse la inclusión social y discriminación, sin embargo se ha avanzado muy poco en los hechos, porque sigue habiendo discriminación y exclusión social. No se trata sólo de cambios normativos, sino de que la sociedad empiece a comportarse de otra manera. Ese es un proceso mucho más largo”, concluyó.

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