La semana pasada, hubo renovación y cambios en los directorios empresariales, los elegidos asumieron los cargos cargados de una serie de desafíos para encarar la actual coyuntura económica boliviana, que registra una desaceleración y alta inflación.
Por ejemplo, la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) posesionó a su nueva directiva para la gestión 2025-2027, Klaus Frerking Adad asumió la presidencia, acompañado por Yamil Nacif Nacif en la primera vicepresidencia y Karlos Rodrigo Suárez en la segunda vicepresidencia.
La nueva directiva asume el desafío de fortalecer la representatividad de la CAO y consolidar el trabajo de sus asociaciones afiliadas. Entre sus propuestas destacan el fortalecimiento institucional, la creación de un Observatorio Agropecuario, el impulso a la competitividad del sector y la generación de espacios de diálogo que permitan avanzar en el desarrollo del agro boliviano.
En la oportunidad, Frerking manifestó que asumen la dirigencia de la CAO, en un momento muy delicado y complejo, en un contexto de crisis económica sin precedentes en Bolivia. “La falta de dólares, el desabastecimiento de diésel, en plena cosecha, restricciones a las exportaciones de carne y soya, son medidas arbitrarias que no solo afectan a los productores, sino a toda la economía boliviana”, dijo.
Asimismo, indicó que es urgente un cambio de rumbo, con un marco normativo que impulse la producción y garantice la estabilidad. Reitero que el agro es el motor de la economía, que, sin producción, no hay alimento; sin inversión, no hay empleo y sin crecimiento, no hay futuro.
Por otra parte, Giovanni Ortuño fue reelegido como Presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB) para una segunda gestión.
En su discurso de posesión, el empresario, ligado al área de telecomunicaciones, señaló que asume el mandato “con la convicción de que juntos podemos construir soluciones, con la esperanza de que el diálogo aún puede dar frutos, pero con la firmeza de que no permitiremos que se vulneren nuestros derechos ni que se responsabilice de la crisis al sector privado”.
“Estoy consciente de que el sector empresarial vive hoy una de las etapas más complejas de las últimas décadas, producto de una crisis que ha ido escalando hasta convertirse en una amenaza real para la estabilidad de nuestro sector y, por ende, para la economía de nuestro país. Problemas como la escasez de divisas, el desabastecimiento de carburantes, la carestía de insumos, las restricciones al comercio y la producción, la inseguridad jurídica, la conflictividad creciente y la falta de políticas efectivas para lograr un crecimiento económico sostenible, han puesto en riesgo la estabilidad y la supervivencia de miles de empresas de todos los rubros, tamaños y regiones”, afirmó.
En su primera gestión, Ortuño lideró el proceso de diálogo público privado que resultó en la firma de dos acuerdos con el presidente Luis Arce, la promulgación de 14 decretos y la adopción de una serie de medidas para enfrentar la crisis, después de muchos años en que no se habían abierto espacio de coordinación entre el gobierno y los empresarios.
El reelegido presidente de la CEPB se ha planteado cinco objetivos para aplicar en su nuevo período: exigibilidad del respeto a los derechos del empresariado, defensa de la institucionalidad democrática, unidad del sector empresarial, fortalecimiento de la CEPB y diálogo social ampliado.
Cambios en directorios de entidades empresariales enfrentarán desafíos
SourceEl Diario