El riesgo de que la carne de pollo siga en ascenso aún es latente. Desde la Asociación Departamental de Avicultores de Tarija (ADAT) señalan que existe un recorte del 30% en el aprovisionamiento de pollitos bebés, lo que repercute en el normal abastecimiento en los mercados locales y en consecuencia genera un encarecimiento. Las granjas avícolas entregan el kilo de carne a 22 bolivianos a los mayoristas y estos lo venden a 24 bolivianos.
La gerente de ADAT, Karina Cachambi, mencionó que por dos semanas consecutivas el precio de la carne de pollo se ha establecido en 22 bolivianos el kilo para los mayoristas, mientras que los maples de huevo van desde los 21 a 26 bolivianos dependiendo del tamaño, que al consumidor final son entregados entre los 24 a 30 bolivianos.
“Respecto al tema del abastecimiento, venimos desde el mes de enero con recortes, se continúa con recortes a la fecha, a nivel departamental es del 25 al 30%, lo cual no es de la misma magnitud en las avícolas que de semana a semana o de quincena a quincena pueden tener recorte de 40%, 50% hasta 100%, pero el promedio es del 25% semanal”, afirmó.
Cachambi mencionó que si bien no existe desabastecimiento, pero se ha visto disminuida la cantidad de pollo que se entrega en los mercados.
Sin embargo, expresó su preocupación por el reporte elevado por las incubadoras, es que a partir del mes de septiembre recién se dará un abastecimiento normal en el despacho de pollitos bebés a las granjas avícolas.
Cabe mencionar que desde el último trimestre de la gestión 2024 se ha registrado un repunte del precio de la carne de pollo y no ha vuelto a bajar. De costar 12 bolivianos, ahora se ha duplicado, llegando a 24.