El Instituto Nacional de Estadística (INE) admitió por primera vez que Bolivia enfrenta un “problema inflacionario bastante complejo”, tras registrar en marzo un aumento del 1.7% en el Índice de Precios al Consumidor, el más elevado en cuatro décadas.
“Estamos enfrentando un problema inflacionario bastante complejo, no podemos hablar de una inflación controlada, pero tampoco podemos hablar sensacionalistamente, irresponsablemente, de una inflación descontrolada”, afirmó a Red Uno Humberto Arandia, director del INE.
Explicó que, aunque no se trata de una inflación desbocada, tampoco puede calificarse como estabilizada. Enfatizó la importancia de analizar las cifras con rigor técnico y llamó a evitar su uso político. Por su parte, Fernando Romero, presidente del Colegio de Economistas de Tarija, alertó que este repunte es el más grave desde los años ochenta y que, en apenas tres meses, la inflación acumulada ya supera la de años anteriores completos.
El incremento de precios responde principalmente a tres causas: la escasez de diésel y gasolina, que encareció la distribución de productos; las fuertes lluvias, que dificultaron el transporte de alimentos; y el alza de las tarifas del transporte público en ciudades como La Paz. Arandia añadió que los bloqueos de octubre y la sequía prolongada de 2024 aún repercuten en los costos de bienes básicos.
A pesar del escenario adverso, el director del INE destacó una leve mejora reciente: el precio del kilo de pollo cayó de Bs 27 a 16 entre mediados de marzo y principios de abril, y la papa registra su valor más bajo en años.