La falta de solución a la escasez de dólares, lleva a que las empresas públicas, aquellas que generan divisas, vendan las mismas al cambio oficial, pero compran insumos al precio del mercado paralelo, lo que va a llevar a estas a una quiebra, también al país. La situación de la economía boliviana se complicará, de acuerdo con el análisis de economistas.
Esa situación “no va a quebrar solo empresas públicas, va a quebrar al país”, aseguró el exdirector del Banco Central de Bolivia (BCB), Gabriel Espinoza al analizar el contexto que pasan las actividades económicas, por la falta de dólares al tipo de cambio oficial y el constante alza del valor en el mercado paralelo.
El exministro de Minería, José Pimentel, en entrevista en el programa de la Red Uno, Que No Me Pierda (QNMP), explicó que las empresas mineras, Huanuni, Colquiri y Coro Coro, generan divisas y se les paga al tipo de cambio oficial, pero su costo (de producción) alcanza a 70%, que son productos importados y están al tipo de cambio paralelo.
“Hay una distorsión en la economía boliviana, que la van a pagar las empresas estatales que generan divisas, también el caso de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB). Este doble tipo de cambio nos está creando un argumento más para cerrar las empresas estatales”, advirtió.
“Si efectivamente es correcto”, sostiene Espinoza sobre las declaraciones de la exautoridad de minería, en que la distorsión del tipo de cambio afectará a las empresas públicas, pero él va más allá en su opinión, y señala que llevará al país a la quiebra.
“Lo hemos visto previa a la época de la hiperinflación de la Unidad Democrática y Popular (UDP) (el contexto por el que pasa el país), cuando los gobiernos financiaban estos desbalances cambiarios que enfrentaban las empresas públicas con líneas de financiamiento (público)”, apuntó.
Explicó que esas líneas de financiamiento hacían que los funcionarios del sector público vendan dólares al tipo de cambio oficial y luego compraban en el mercado local a cualquier precio.
“Evidentemente el dinero no provenía de ellos, sino de préstamos de liquidez, financiamiento del Banco Central y no había mucho criterio de eficiencia y gestión monetaria”, criticó al señalar que las empresas que vendían dólares al tipo de cambio oficial y luego compraban en el mercado paralelo, inyectaban una gran cantidad de moneda a la economía, y aceleraban la inflación, es decir provocaban que los productos suban de precio.
“(…) eso no solo tiene que ver con la quiebra o no de las empresas públicas, sino básicamente está empujando a la economía a un proceso inflacionario dramático”, alertó.
Espinoza afirmó que “el peor equipo técnico de la historia de los últimos 40 años de democracia hoy está en el Ministerio de Economía y el Banco Central”.
Su falta de conocimiento sobre la historia de Bolivia y la comprensión de los problemas que tenemos, nos están llevando a una situación más crítica, sentenció.
Verdadera inflación
Entretanto, el presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija, Fernando Romero, detalló que con el uso del cambio fijo, la economía y los precios se distorsionan, y se manifiestan en una deficiente producción y consumo.
Alimentos subvencionados, como carburantes, no reflejan la verdadera inflación, aseveró y tampoco una economía que dependía de transferencias gubernamentales para tener una estabilidad de precios y un crecimiento sostenible.
“Ahora que se ha sincerado la economía, esto ha generado de que tengamos precios más reales y también (se muestre a) una economía que no está preparada. La sustitución de importaciones como la industrialización ha sido precaria”, apuntó.
Al menos tres cuartas parte de lo que la economía nacional usa o consume es importada. Por lo tanto, la gente que requiera dólares debe comprarlo en el mercado paralelo a un valor por encima de los 14 bolivianos.
Esa situación provocará que el sector público que requiera de dólares deba recurrir a mayor endeudamiento o emisión monetaria; mientras los privados para sus transacciones financieras o búsqueda de la divisa extranjera, sea en físico, digital o criptomonedas, también demandarán más bolivianos, según Romero.
“Eso significa mayor demanda y por ende, mayor inflación. La moneada se devalúa y también va haber mayor masa monetaria en circulación. La situación es compleja, lo que se debe hacer es un ajuste fiscal y también monetario, (tarea del) próximo gobierno, que asuma”, indicó.
Por su parte, el analista económico Gonzalo Chávez, en sus redes sociales, dijo que el Gobierno perdió la brújula de la política económica, ante el escenario complicado que vive la población por el alza de los precios, la falta de dólares y de combustibles.
Empresas públicas tras
los dólares virtuales
Por otra parte, ante la falta de dólares, el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas reglamentó la compra y transferencias de activos virtuales para empresas y entidades públicas, con el objetivo de que cumplan sus obligaciones en moneda extranjera.
En ese contexto, Espinoza recordó que la semana pasada el tipo de cambio subió, y al parecer tiene que ver con la intervención de las empresas públicas en el mercado privado, en busca de financiar sus operaciones (con dólares virtuales).
“Esto en consecuencia genera presiones y va terminar reflejándose en un incremento de precios, porque obviamente los costos suben (y la introducción de) más bolivianos a la economía derivará en más inflación”, reflexionó.
En las redes sociales muestran una gran compra de dólares virtuales en las plataformas digitales, por encima de los 100 millones, lo habría gatillado el valor de la divisa a 18 bolivianos, la semana pasada.
Venta de gas
Los economistas vienen repitiendo desde hace varios años que el Gobierno perdió recursos por la baja producción de gas, y ahora más con la decisión de Argentina, dejar de comprar gas natural.
Antes de 2014, los ingresos por la venta de gas alcanzaron los 6.000 millones de dólares, mientras que la importación de gasolina y diésel no superaba los 2.000 millones, lo que dejaba margen al Gobierno para continuar con su política de subvención de los carburantes y el mantenimiento del tipo de cambio fijo.
A medida que los años fueron pasando, el gasto del Gobierno no se modificó, a pesar de la caída de los ingresos, lo que provocó que el Banco Central de Bolivia cubra los déficits de la administración pública y baje sus reservas, hasta aproximadamente los 2.000 millones de dólares.
Ante la falta de capacidad de las autoridades de gobierno para proveer divisas a la economía nacional y mantener el tipo de cambio fijo, a partir del 2023, se creó el mercado paralelo y el valor del dólar subió su cotización.
Distorsión en el tipo de cambio va a quebrar empresas públicas y al país
SourceEl Diario