Los gobiernos locales pueden cerrar las brechas de desarrollo en América Latina y el Caribe, pero sólo gestionan el 20% del presupuesto y tiene capacidades institucionales limitadas, marcos normativos fragmentados y con grandes desafíos de coordinación con niveles del Gobierno central, de acuerdo con el nuevo Reporte de Economía y Desarrollo (RED) de CAF –banco de desarrollo de América Latina y el Caribe–. En Bolivia, el mayor presupuesto lo tiene el Ejecutivo, que llega a casi el 90%.
El RED parte de un hecho significativo: los gobiernos locales y regionales gestionan el 20% del gasto público en América Latina y el Caribe en promedio y casi el 50% en algunos países. Sin embargo, lo hacen con capacidades institucionales limitadas. A partir de un diagnóstico basado en datos originales y comparativos, el informe identifica debilidades clave en la planificación, ejecución, evaluación y control de políticas públicas en el ámbito subnacional.
Por ello, el informe asegura que los países de América Latina y el Caribe tienen en la transformación de los gobiernos locales y regionales una de las claves fundamentales para alcanzar un desarrollo verdaderamente sostenible, inclusivo y resiliente. Se sitúa a los gobiernos subnacionales en el centro de la agenda para cerrar brechas sociales y territoriales, mejorar la prestación de servicios públicos y responder con eficacia a los desafíos globales, señala el documento.
Bolivia ingresó hace muchos años, impulsado por la región de Santa Cruz, a un proceso de autonomía, con el fin de mejorar los niveles sociales y económicos de cada región; sin embargo, el Gobierno central mantiene el control del presupuesto y las regiones no pueden generar sus propios recursos.
Desde hace tiempo a través de los gobiernos subnacionales exigen al Gobierno un Pacto Fiscal, para redistribuir los recursos y avanzar en una verdadera descentralización, pero hasta la fecha la situación no cambia.
En ese marco, el informe de CAF analiza capacidades, financiamiento y gobernanza en el ámbito subnacional, y propone estrategias para lograr un desarrollo más justo y resiliente.
Con el título “Soluciones cercanas: el papel de los gobiernos locales y regionales en América Latina y el Caribe”, el informe analiza las capacidades, limitaciones y oportunidades existentes en el ámbito municipal y regional para impulsar cambios concretos desde el territorio, el mismo fue presentado ayer.
También resalta la necesidad urgente de mejorar los mecanismos de financiamiento y gestión fiscal a nivel local, con reglas más claras, incentivos mejor alineados y mayor previsibilidad.
La edición 2025 del Reporte de Economía y Desarrollo de CAF aborda el complejo desafío de la descentralización gubernamental en la región. Este proceso, en constante evolución, ha buscado fortalecer las competencias de las autoridades subnacionales.
Hallazgos del RED
Entre los principales hallazgos del informe bandera de CAF, se destaca que el fortalecimiento institucional de los gobiernos locales y regionales es esencial no solo para mejorar la prestación de servicios como educación, salud o infraestructura básica, sino también para enfrentar de manera más efectiva fenómenos como el cambio climático, la informalidad urbana o la violencia.
La investigación revela además profundas desigualdades entre territorios, tanto en la capacidad de sus gobiernos como en los resultados que obtienen, lo que refuerza la necesidad de una política de desarrollo territorial más ambiciosa y coordinada.
“La construcción de un desarrollo sostenible, equitativo y resiliente en América Latina y el Caribe requiere mirar más allá de los gobiernos centrales. Este RED demuestra que los municipios y gobiernos intermedios no son solo implementadores: son verdaderos protagonistas de la transformación que la región necesita. CAF seguirá apostando por fortalecer sus capacidades, su voz y su autonomía para que puedan dar respuestas más efectivas a las demandas de sus comunidades”, afirmó el presidente ejecutivo de CAF, Sergio Díaz-Granados.
El informe también analiza cómo lograr una mayor equidad territorial, exige nuevas formas de coordinación entre niveles de gobierno, con un enfoque más estratégico y menos fragmentado. En este sentido, propone fomentar instancias de gobernanza multinivel más sólidas y generar capacidades técnicas que permitan a los gobiernos locales gestionar con mayor eficacia sus competencias.