En medio de un panorama económico desafiante y con limitaciones de acceso a financiamiento externo, Bolivia ha destinado más de $us 1.400 millones de sus Reservas Internacionales Netas (RIN), durante los primeros cuatro meses del año, para cubrir obligaciones clave: el pago de la deuda externa y la importación de combustibles.
El Banco Central prioriza el uso de reservas para mantener la estabilidad externa y asegurar el suministro energético, reseña parte del comunicado emitido por el ente emisor.
Según el BCB, hasta el 30 de abril de 2025 se desembolsaron $us 585 millones para saldar el 38% del servicio anual de la deuda externa pública, y otros $us 603 millones para garantizar el suministro de combustibles, pese al contexto de precios internacionales elevados y la falta de aprobación de créditos por parte de la Asamblea Legislativa.
Además, el ente emisor asignó $us 256 millones para la provisión de divisas a los actores económicos y al sistema financiero nacional, como parte de su estrategia para sostener la liquidez en el mercado interno.
Pese a estos desembolsos, las reservas internacionales crecieron en $us 642 millones en lo que va del año, alcanzando un saldo de $us 2.618 millones.
Este aumento se explica principalmente por la compra de 4,94 toneladas de oro en el mercado interno, equivalente a $us 527 millones, así como por operaciones financieras con activos externos y la emisión de bonos.
“El fortalecimiento de las reservas no solo permitió cumplir con nuestras obligaciones externas, sino también mantener la subvención a los hidrocarburos y garantizar la disponibilidad de divisas”, afirmó Edwin Rojas, presidente del BCB.
En su reporte el Banco Central advierte que factores como los conflictos geopolíticos, las presiones inflacionarias externas y la menor producción de gas natural continúan afectando la economía nacional y las perspectivas de ingresos en divisas.